"Hay dos maneras de difundir la luz...
ser la lámpara que la emite,
o el espejo que la refleja..."
de Lin YutangLos seres humanos desde los albores de la civilización han sentido la necesidad de adorar los fenómenos celestes y las deidades que estaban detrás de su funcionamiento. Dioses para explicar las tormentas, las tempestades, el brillo de las estrellas, los rayos y los truenos. Deidades cuyas representaciones siempre han ido acompañadas de la corona lumínica o de un halo de luz que les envolvía completamente.Y es por eso que en todas las grandes religiones del mundo encontramos textos con pasajes protagonizados por Seres de Luz, interpretados como Ángeles o como Dioses. Seres divinos que a lo largo de la historia han visitado a profetas para entregarles su mensaje divino y que así fuese transmitido a las generaciones venideras.Sin embargo, hay quien afirma desde el mundo de la religión que seres de luz somos todos porque, al fin y al cabo, hemos sido creados a imagen y semejanza de nuestro Dios. Y también en el mundo de la espiritualidad se nos considera Seres Carbono-Químicos-Eléctricos-Lumínicos y por ende seres luminosos. Que la luz sea contigo.