Desde el Benjamín B hasta el filial y debut con los mayores, el único futbolista culé que pasó por todas las categorías como azulgrana. El joven Sergi Samper cambió la raqueta de tenis por el balón de fútbol, una decisión que posiblemente desde Barcelona siempre agradecerán. El 20 de enero de 1995 nacía en la Ciudad Condal el capitán de todas y cada una de las categorías inferiores del club azulgrana. Siendo Cadete lideró al equipo que ganaría la Nike Premier Cup en Old Trafford, la Liga y el trofeo Mediterranean International Cup.
Un futbolista que aún no ha llegado, pero que a buen seguro está cerca de hacerlo, Sergi Samper tuvo que tomar una decisión difícil cuando apenas tenía edad para hacerlo. Wenger y el Arsenal, pareja de baile apetecible para cualquier futbolista de futuro, llamaron a la puerta del cerebro de La Masía. El técnico francés regresaría a Londres sin la pieza a por la que venía, el mediocentro culé dijo no a la propuesta ‘gunner’, decidiendo tomar así, un camino contrario al que en su día escogió Cesc Fábregas y Fran Mérida primero o recientemente Héctor Bellerín y Jon Toral, compañeros del propio Samper.
Desde Pep Guardiola, Milla y Guillermo Amor a Xavi Hernández, el propio Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Sergio Busquets o Thiago Alcántara. La prolífera cantera blaugrana, una máquina con un engranaje especializado en cubrir a la perfección el puesto de organizador de juego. El típico ‘4’ culé que tanto gusta en la grada del Camp Nou y que La Masía no deja de producir. Sergi Samper Montaña es, como decimos, el próximo nombre que está llamado a cruzar el puente que separa el Mini del terreno de juego azulgrana. Un fijo con Eusebio en el filial del que Óscar García, ahora en Inglaterra, supo sacar todo su jugo en categoría juvenil, donde tuvo la oportunidad de entrenarse con sus ídolos desde pequeño, dirigidos a su vez, por el espejo donde todo mediocentro culé se mira, Pep Guardiola.
La medular del filial blaugrana lleva su nombre, mediocentro puro con características semejantes a su homólogo con los mayores, Sergio Busquets. Si bien, en categorías inferiores, su fútbol era más ofensivo ocupando posiciones de interior, el ‘nuevo’ Xavi, se escuchaba por las oficinas de los técnicos culés. La apuesta del club que ha visto como el éxito se viste desde edad joven es clara. Un jugador que aún está por venir y que en el terreno de juego parece ya un veterano. Siempre dispuesto, siempre atento. De estos futbolistas que saben elegir el momento, que siempre se colocan allá por donde el balón va a pasar y que ya sabe lo que hacer con él una vez el cuero roza sus botas. Pausa, giro, visión y velocidad en el desplazamiento.
El centrocampista de Barcelona ya ha vestido la camiseta de la Selección en todas las categorías inferiores y sabe lo que es jugar en Champions League con Luis Enrique en el banquillo. Su crecimiento es notable y su paso por la categoría de Plata le hará un futbolista más duro, más seguro y mucho más responsable. Técnicamente un superdotado, el eje que aporta equilibrio al equipo, el futbolista que siempre tienes cerca para jugar con cariño el cuero desde la defensa.
Físicamente es un futbolista por hacer, si bien este debe ser uno de los aspectos a mejorar, con 18 años, Sergi Samper es de apariencia frágil, lo que en muchas ocasiones le convierte en un jugador débil. No obstante, no parece un problema a largo plazo dado el enorme potencial futbolístico.
La marcha de Thiago Alcántara rumbo a Munich y la de Cesc Fábregas a Londres propició que su compañero Sergi Roberto cuente con más minutos para crecer con los mayores, nadie sabe si en pocos meses, el centro del campo blaugrana puede estar poblado de Sergios o de Sergis, pero si llevará un toque clásico, un aroma a fútbol que en Barcelona es sinónimo de éxito.
Xavi e Iniesta como maestros, sumemos a Busquets, Rakitic y pronto al citado Sergi Roberto, Rafinha y quién sabe si Denis Suárez. Junto a ellos aquel jugador de tenis al que su abuelo Jordi consiguió una prueba para la escuela azulgrana. Ese mediocentro que dijo no a un viaje a Londres por seguir defendiendo el escudo que le vio crecer. Un centrocampista que llama a la puerta del primer equipo, el director de orquesta azulgrana, el clásico jugador de calidad incuestionable y rigor táctico que gusta por los lares del Camp Nou. Así viene Sergi Samper, el timón con la sangre de los medios de La Masía, el ADN Barça le llaman, ¿no?