Sergio Manzano, aplaudido por sus jugadoras durante su homenaje. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / BarcelonaQueda poco más de media hora para que empiece el Joventut Les Corts-Basket Ibaizabal, de la última jornada del grupo A de Liga Femenina 2. Poco a poco va entrando gente en el Pavelló Poliesportiu Municipal L’Illa, que rozará el lleno. Una de las primeras en aparecer es Isabel Vázquez, dicharachera y espontánea. Se ha traído una buena munición de pañuelos: “Es un mal día para mí. Supongo que me emocionaré. Me sabe muy mal. Este club es un hábito para la familia”. Para ella es una rutina ver los partidos de su hijo
Sergio Manzano (1981), el entrenador del Joventut Les Corts y que está a punto de dirigir su último partido en el club al que llegó hace 23 años como jugador cadete y con el que llegó a defender la camiseta del sénior. Como entrenador ha conducido al primer equipo de Segunda Catalana a Liga Femenina 2.“En los informes del colegio siempre ponía una misma palabra, ‘líder’”, desvela la madre: “Es muy reservado y no me cuenta esas cosas. Mira que le he preguntado veces por qué se va…”. Isabel lo pasa mal en la grada, sufre por las jugadoras “como si fueran mis hijas” y no se calla cuando no está de acuerdo con los árbitros. “También animo bastante. A pesar de que llevo muchísimos años viniendo, hay cosas detalles que se me escapan del baloncesto”,confiesa. “Será una jornada difícil de digerir para mí. Mi hija siempre ha apoyado mucho a Sergio y es muy amiga de todas las jugadoras”, interviene la suegra de Sergio y madre de Rut Eguia, exjugadora del Joventut Les Corts. —¿Sabes si tu hija Rut le ha preparado alguna sorpresa a Sergio para después del partido? —le pregunto. —¿Supongo que sí…—Pero tampoco te cuenta nada. —No sé tu madre, Toni, pero nosotras somos las últimas en enterarnos de casi todo… —lamenta Isabel Vázquez. —Aunque las madres tenéis mucha intuición y a veces habláis de cosas imposibles que se hacen realidad —les digo. —Les cuentan más cosas a los amigos y amigas, y es normal —reconoce la madre de Rut Eguia, muy orgullosa de la trayectoria del equipo, “pese a las salidas de jugadoras y lesiones. El inicio de temporada fue duro y sabíamos si mantendríamos la categoría. El quinto puesto es un éxito”. —Un meritazo teniendo en cuenta el presupuesto del club —celebra Isabel Vázquez.
Lorenzo Manzano, Rubén Cartón, Silvia Manzano, Isabel Vázquez y su suegra, familiares de Sergio Manzano. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
“No he hablado todavía con él hoy”, reconoce su hermana Silvia Manzano: “Será una tarde triste… Una tarde alegre… Se cierra una etapa, pero seguro que se abre otra mejor. Le acompañaremos donde vaya. A nosotras tampoco nos ha explicado nada. Es reservado y supongo que él tampoco tiene claro su futuro inmediato”.“Mira que de chiquito hablaba mucho, pero ha cambiado. Ahora con dos palabras te lo dice todo”, añade la madre.
Sergio recibe una placa de reconocimiento del club. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Tiene carácter también… —apunta la hermana.—Eso no me lo ha dicho la madre… —les digo. —¿Qué te voy a decir yo? [Se ríe]. No soy tan reservada pero sí comparto con él ese pronto que puede salir en cualquier momento —reconoce Isabel Vázquez. —Creo que se parece más a la madre. Es un luchador que se merece toda la suerte del mundo. Yo le metí más el gusanillo por el fútbol [deporte por el que Sergio dejó el baloncesto un tiempo]. Tenía en la sangre ser un gran entrenador de baloncesto —interviene Lorenzo Manzano, el padre. —Es un día muy especial para él. He trabajado en este pabellón y le he visto entrenar a chicas pequeñas y es exactamente igual que cuando entrena a las mayores. Ese gen competitivo y ganador lo tiene. Siempre he dicho que sería un gran entrenador de cualquier cosa —añade Rubén Cartón, cuñado de Sergio Manzano.Las jugadoras y el cuerpo técnico del Joventut Les Corts festejan la última victoria de la temporada. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
El Joventut Les Corts juega a imagen y semejanza de su entrenador: no da nada por perdido ni tras llegar a ceder 31-44 en el ecuador del tercer cuarto y Xènia Artiga, Eliana Soriano, Júlia Garriga y Paula Tutusaus remontan (52-50). El Bàsket Ibaizabal replica (52-58 a 2m 55s), pero, de nuevo, Eliana Soriano da un golpe en la mesa y las locales culminan la remontada (62-59). “¡1, 2,3, Les Corts!”, grita la grada. 15ª victoria de la temporada y quinto puesto para el Joventut Les Corts. Es el momento del emotivo y divertido homenaje a Sergio Manzano. La afición corea su nombre y varias exjugadoras se reúnen en la pista con las actuales. Algunas, incluida su mujer Rut, cogen el micrófono en una ceremonia que dirige, sobre todo, Eliana Soriano. También habla, poco, Sergio, que después atiende a Cronómetro de Récords.
Eliana Soriano dirigiendo el homenaje a su entrenador. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Cuándo lo decidiste que había acabado tu etapa en el club?—Antes de Navidades me planteé qué quería hacer la próxima temporada. En mi marcha hay muchos motivos y algunos son deportivos. Me voy agradecido al Joventut Les Corts. Mañana ya pensaré en mi futuro. —¿Te esperabas el homenaje que te han hecho? —No, la verdad. Soy una persona bastante fría con mis sentimientos y emociones, pero son muchos años. El secreto de un entrenador es estar rodeado de grandes personas y jugadoras. He tenido mucha suerte todos los años. —Eres reservado, pero a la vez próximo con las jugadoras. —Me cuesta mucho mostrar mis sentimientos y emociones. Tengo que tener confianza con la persona. En mi vida personal soy más cerrado, aunque aquí también. Mantengo mucho las distancias con las jugadoras. Sé muy bien cuál es mi sitio y el suyo. —Parece difícil encontrar ese equilibrio, Sergio. —El tiempo y las equivocaciones te enseñan mucho. —¿Antes eras más próximo? —Bueno, siempre he sido bastante distante. Saben que me tienen para lo que necesiten y que intento sacar lo mejor de ellas para que sean mejores personas y jugadoras.
Aleix Cuevas. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
“El equipo transmite mucha cohesión. A veces ni se miran y saben dónde se tienen que colocar. Es un equipo muy trabajado por Sergio y que con poco presupuesto que ha competido ante equipos con más recursos”, cierra Aleix Cuevas, pareja de la jugadora Helena Santamaria.