Jared Diamond. Armas, gérmenes y acero, del capítulo Del igualitarismo a la cleptocracia.
Además, la producción de alimentos contribuye al menos de tres maneras a características específicas de las sociedades complejas. en primer lugar, supone aportaciones de trabajo a impulsos estacionales. Cuando la cosecha ha sido almacenada, la mano de obra de los agricultores queda a disposición de la autoridad política centralizada para su aprovechamiento, a fin de construir obras públicas que difundan el poder del Estado (como las pirámides egipcias), para construir obras públicas que puedan alimentar a más bocas (como los sistemas de regadío o los estanques de peces del Hawai polinesio) o para emprender guerras de conquista para formar entidades políticas más amplias.En segundo lugar, la producción de alimentos puede organizarse de tal que genere excedentes alimentarios almacenados, que permitan la especialización económica y la estratificación social. Los excedentes pueden utilizarse para alimentarse a todos los niveles de una sociedad compleja: los jefes, los burócratas y otros miembros de la élite; los escribas, los artesanos y otros especialistas no productores de alimentos; y los propios agricultores, en épocas en que sean reclutados para construir obras públicas.Finalmente, la producción de alimentos permite o exige que la gente adopte una forma de vida sedentaria, requisito previo para la acumulación de posesiones sustanciales, el desarrollo de tecnologías y artesanías complejas y la construcción de obras públicas.