Frente a la menor inversión en ficción de las multinacionales, la televisión pública noruega NRK quiere posicionarse como uno de los referentes de las series dramáticas en el panorama escandinavo, marcado también por recortes presupuestarios de la sueca SVT y los reajustes de calendario de la danesa DR. Con un presupuesto de 250 millones de coronas noruegas anual, la televisión pública noruega apuesta por las series dramáticas y Marianne Furevold, productora ejecutiva de NRK Drama, destacó el estreno reciente de So long, Marianne (NRK, 2024), Golden years (NRK, 2024) y Amor sin wifi (Movistar Plus+, 2024), premiada en Séries Mania (estas dos últimas forman parte de la programación del Serielizados Fest), y el anuncio de la tercera y última temporada de El tiempo de la felicidad (Filmin, 2018-2024), la segunda temporada de Flus (NRK, 2022-) y nuevas series como Requiem for Selina (NRK, 2025), sobre la primera beauty influencer de Noruega o el drama juvenil sami Oro Jaska (NRK, 2024). Marianne Furevold destacó que, a diferencia de los responsables de dramas de compañías multinacionales, cuya decisión nunca es final sino que depende de las estrategias globales de sus empresas, NRK tiene la posibilidad de tomar decisiones definitivas sobre el desarrollo de los proyectos y la estrategia de la ficción. Aunque también hay que señalar que NRK tiene cierta fama de desarrollar muchos proyectos que nunca llegan a ninguna parte. Prime Video no se ha caracterizado por invertir demasiado en ficción en los países nórdicos, con una estrategia de introducción en el mercado escandinavo lenta pero constante, aunque Andreas Bakka Hjertø, Jefe de Contenido para los países nórdicos de Prime Video, siempre insiste en que tienen intención de producir series de ficción. Por el momento, lo que han hecho es comprar buena parte del catálogo de series de las que ha tenido que desprenderse Viaplay, y han estrenado con gran éxito la segunda temporada del thriller Furia (Filmin, 2021-2023), el drama distópico The fortress (Prime Video, 2023), el drama Almas robadas (Filmin, 2024) o esta misma semana la cuarta temporada de Darkness (Filmin, 2019-2024). Lo que no está claro es si se trata solo de una adquisición puntual o están dispuestos a invertir en nuevas temporadas de estas series. Curiosamente, hay autores que están comenzando a renunciar a desarrollar sus proyectos con las plataformas de streaming tradicionales, como Thomas Vinterberg, que prefirió producir su primera serie fuera del circuito del streaming multinacional para poder retener los derechos de autor. © Per Arnesen/TV2
THOMAS VINTERBERG: ESCRIBIR PARA ENCONTRAR LA LUZ
Después de presentar la primera serie que ha dirigido en los festivales de Venecia y Toronto, Thomas Vinterberg continúa de gira por festivales y encuentros antes del estreno de Familias como la nuestra (Movistar Plus+, 2024), que se verá en Dinamarca a partir del 20 de octubre y a España llegará en noviembre. Thomas Vinterberg (1969, Dinamarca) también es uno de los invitados principales del Serielizados Fest, donde ofrecerá una clase magistral el 17 de octubre y asistirá a la proyección del primer episodio de la serie el 18 de octubre. Otra de las citas del director danés ha sido Seriadegene, donde tuvo una conversación con el periodista noruego Vegard Larsen, centrada principalmente en Familias como la nuestra. "La serie habla de este mundo que hemos creado, que hemos transformado para nuestros hijos. La idea original surgió cuando me encontraba en París y pensé en Dinamarca como un país obligado a ser evacuado debido al aumento del nivel del mar", comentaba Thomas Vinterberg. Una de las ideas principales es la separación de las personas más cercanas y el concepto de integración, que surge de una anécdota cuando estaba escribiendo el guión: "Estuve yendo al mismo restaurante de París durante seis meses y el camarero seguía tratándome como si fuera un extraño. Son cosas que pasan en París. Pero me hizo pensar en qué ocurriría si yo tuviera que separarme de mi familia, separarme de todo lo que amo y todo lo que aprecio. Luego vino la pandemia y la gente empezó a hacer cosas extrañas como acaparar papel higiénico. Es sorprendente cómo cambia el mundo y un proyecto que surgió hace siete años resulta ahora tan actual". En 2019, a las afueras de Bruselas, un conductor se distrajo mirando su móvil y acabó estrellando su coche contra el vehículo en el que viajaban Maria Walborn, la primera esposa de Thomas Vinterberg, y su hija Ida Maria, de 19 años, que había trabajado como actriz en La comuna (2016). Su hija falleció en el acto y la película Otra ronda (2020), una celebración de la vida que le proporcionó un Oscar, estaba dedicada a ella, quien también iba a interpretar a una hija del protagonista (un personaje que se eliminó de la historia). El director comentaba el momento en que su actual esposa, la actriz Helene Reingaard Neumann, leyó la primera versión del guión de la serie, mucho más oscura y pesimista: "Fue un año después de la muerte de mi hija. Después de leerlo, Helene comenzó a llorar y me preguntó: 'Thomas, ¿no puedes dejar que entre algo de esperanza en tu guión y en tu vida?'". Thomas Vinterberg hizo entonces, según sus palabras, "un intento de proporcionar algo de luz a la historia. La esperanza es necesaria para que se produzca la comunicación entre las personas. A veces como espectadores no somos capaces de soportar ver a un personaje que siente lástima por sí mismo. El dolor limita la capacidad de las personas para comunicarse".
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Thomas Vinterberg no incluye Familias como la nuestra dentro del género de catástrofes, "es más una historia existencial", y mencionó la diferencia de trabajar en el cine y en el formato de serie: "Fue una experiencia nueva para Bo Hr. Hansen, que coescribió el guión conmigo, y para mi. Tienes objetivos que cumplir. En la televisión tienes unos minutos por episodio a los que te tienes que ajustar, quizás la duración es menos estricta para una plataforma de streaming. Al principio escribimos seis episodios, que se convirtieron en siete. Pero el tratamiento es muy parecido al de una película larga, no quisimos introducir recursos como los cliffhanger. No puedes estar haciendo esa mierda al final de cada episodio. Cuando escribo una película, pienso en forma de secuencias, con varios arcos narrativos que están definidos por el espacio, por el tiempo o por un evento determinado, así que realmente el planteamiento de esta serie fue muy parecido al de un largometraje". En la serie se mezclan actores veteranos con los que ya ha trabajado como Nikolaj Lie Kaas o Thomas Bo Larsen con otros más jóvenes y debutantes, como Amaryllis April August, hija del director Bille August, o Albert Rudbeck Lindhardt, que forman la pareja romántica y el elemento de esperanza principal: "Suelo dejar a los actores cierta libertad, porque diferentes actores tienen diferentes formas de interpretar. En general, siento mucha curiosidad por su trabajo, a veces me quedo absorto y creo que transmito las emociones que me provocan porque soy muy transparente. A veces lloro con una escena o siento la tensión. Trabajamos muy duro en los ensayos para tener una buena base sobre la que construir a los personajes delante de la cámara". También interpreta uno de los papeles principales la esposa de Thomas Vinterberg, Helene Reingaard Neumann: "Helene es actriz pero también es sacerdote, esa es su profesión principal. Ella es más inteligente que yo y también más joven. Pero como dicen los teólogos: Si tus ojos y tu conciencia se posan en otra cosa o en algo distinto a ti mismo, entonces podrás lograr un momento de felicidad. Eso es lo que ocurre cuando escribes, o cuando ves a actores que son tan buenos que incluso te olvidas de que estás en un rodaje".
© Seridagene Oslo
Decíamos en nuestra reseña del Festival de Venecia que Familias como la nuestra plantea una mirada hacia el individuo y su relación con la comunidad, una constante en la filmografía de Thomas Vinterberg, en películas como La caza (2012), y adopta cierto tono de espiritualidad en el último tramo: "La historia habla de personas que lo pierden todo, pero también de cómo pueden volver a levantarse. Jacob afronta una estrategia de resiliencia, plantea lo fuertes que podemos llegar a ser cuando tenemos un sentido de comunidad y una razón de ser. Por eso soy optimista sobre nosotros como refugiados. La serie trata sobre eso, especialmente en los personajes jóvenes que están preocupados por reencontrarse, porque tienen ese sentido de comunidad". La familia representa una clase social danesa que el director ha representado en películas como Celebración (1998) y refleja también una mirada irónica: "No creo que Dinamarca esté preparada para una situación con un aumento del nivel del mar. Me preocupa la fragilidad de las personas, la pregunta sobre cómo sobrevivir. Yo mismo me pregunto qué haría en una situación como ésta". Y esta curiosidad también se traslada a los protagonistas: "Todos los personajes tienen algo de mí y suelo encontrar a los actores muy pronto. Aquellos que me fascinan o con los que tengo ganas de pasar un tiempo. Trato de dotar a los personajes de tantos conflictos como sea posible. Si ves en una película a Harrison Ford y es un policía retirado que solo quiere sentarse en casa a ver la televisión, sabes que en algún momento tendrá que volver a salir a salvar a su nieto. Me gusta que los personajes comiencen a hacer cosas sin sentido y fuera de lugar, es cuando se sienten vivos y cuando empiezan a ser interesantes".
La trayectoria en el cine de Thomas Vinterberg empezó precisamente colaborando con el co-guionista de Familias como la nuestra en la película The biggest heroes (1996), protagonizada por Thomas Bo Larsen y Paprika Stern, que también forman parte de la serie: "Cuando empecé en el cine creo que era porque quería ser famoso. Al principio tocaba la guitarra y quería ser una estrella de rock, pero no tenía el coraje para salir al escenario. Yo era muy tímido, así que empecé a hacer películas. Me sentía fascinado por las cámaras, las luces y todo eso, y entonces la fama se convirtió en algo interesante. Y luego comenzaron a preocuparme temas como la fragilidad humana". El éxito mayor lo alcanzó con el Oscar a la Mejor Película Extranjera que le proporcionó Otra ronda (2020), de la que contó una divertida anécdota: "Era la época de la pandemia y estaba yo solo en Hollywood, los actores estaban en casa. Y me contaban que la gente les vitoreaba y animaba por la calle. Pero cuando regresé a Dinamarca con el Oscar, nadie me reconocía. Hasta que en un restaurante de sushi dijeron mi nombre para un pedido y todos comenzaron a aplaudir". Aunque su carrera ha cosechado distintos altibajos, con una filmografía de resultados desiguales: "He hecho películas muy grandes que ha visto muy poca gente. Todo es por amor (2003), con Joaquin Phoenix, fue un gran fracaso. Y duele pasar cinco años de tu vida haciendo algo que después nadie ve. Es mucho tiempo y la intención es que llegue a mucha gente. Yo suelo hacer muchas proyecciones previas, pero no con una intención de marketing, sino porque creo que los comentarios pueden hacer que la película sea mejor. Pero no puedes sentarte y ponerte a escribir pensando que va a ser un gran éxito, solo puedes escribir algo que te emocione a ti y que esperas que emocione de la misma forma a los demás". LAS COPRODUCCIONES: UN SUEÑO Y UNA PESADILLAFamilias como la nuestra es una coproducción entre siete países, encabezados por Dinamarca y Francia, pero también con participación de Noruega, Suecia, Reino Unido, Bélgica y Alemania. Cualquier productor podría decir que es la peor de las circunstancias en las que se puede llevar a cabo un proyecto, porque la implicación de productoras de diferentes países es una necesidad muchas veces presupuestaria, pero puede convertirse en una pesadilla. El panel "Coproducción: una bendición y una maldición" abordaba precisamente los beneficios y los problemas que puede traer una coproducción internacional. Los países escandinavos están acostumbrados a colaborar entre sí, creando una red nórdica que resulta envidiable, frente a la incapacidad de países como España, Italia y Portugal para establecer también una red mediterránea de coproducciones. Algunas series nacen como coproducción pero acaban siendo un proyecto local, como Amor sin wifi (Dates in real life) (Movistar Plus+, 2024), que cuenta la relación virtual de una joven noruega con un chico estadounidense, hasta que éste decide tener una novia "in real life". Como la nacionalidad del coprotagonista podía cambiar, se barajaron varias posibilidades de coproducción. Synnøve Hørsdal, CEO de Maipo Film, comentó que "ahora Marvin es norteamericano, pero no queríamos coproducir con Estados Unidos. Lo he hecho un par de veces y no lo recomiendo. Quizás a otros les haya ido bien, pero en Estados Unidos no saben cómo funcionan las coproducciones y es muy complicado". Una de las opciones que se barajaron fue Australia, pero se decidió mantener al personaje como norteamericano, porque resultaba más familiar para el espectador. "Hay una línea narrativa en la que los personajes pasan unas vacaciones en un lugar soleado del Mediterráneo, así que pensamos en Grecia, pero los nuevos impuestos hicieron que fuera muy caro rodar allí. Nos fuimos a Eslovenia, que nos permitía acceder a ayudas europeas y trasladar allí parte de la acción que transcurre en Noruega. Pero al final el proyecto no consiguió la ayuda del Programa Media y aunque rodamos allí durante diez días, la productora eslovena se quedó solo como un servicio de producción".
De izquierda a derecha: Ingeborg Klyve (Red Point Productions), Synnøve Hørsdal (Maipo Film),
Tonje Vågen Aaase (Monster) y el moderador Eric Vogel.
Otro reciente estreno noruego, So long, Marianne (NRK, 2024), tiene una singular estructura de producción. Al desarrollarse en una isla griega, estar protagonizada por un personaje canadiense (Leonard Cohen) y rodarse en diferentes lugares del mundo, es una coproducción entre Noruega, Canadá y Grecia, pero dentro del porcentaje de Noruega también se incluye una participación de Reino Unido. Ingeborg Klyve, co-creadora y productora de la serie a través de Red Point Productions, que fundó en 2021 el escritor Jo Nesbø junto a Øystein Karlsen y Niclas Salomonsson, comentaba que "en Grecia tuvimos una buena colaboración porque ellos tienen un retorno del 40% del presupuesto si se rueda con una productora local. Pero Reino Unido fue un problema cuando se produjo el Brexit. Los canadienses querían que se redujera la participación inglesa debido a las dificultades que podían surgir". Otro caso curioso es el de la serie The scarab flies to dusk (SVT, 2025), basada en la popular novela de los años setenta Los escarabajos vuelan al atardecer (1978, Ediciones SM), muy popular en Suecia, que muchos han querido adaptar. El cineasta Atle Knudson consiguió la confianza de los herederos de la autora Maria Gripe, y propuso a la productora noruega Monster producir una serie. Tonje Vågen Aase, productora ejecutiva de Monster, comenta que "decidimos adquirir los derechos de la novela en 2018 y durante varios años desarrollamos el proyecto hasta 2022. Cuando hablamos con la televisión pública de Suecia (SVT), ellos nos dijeron que entrarían en la serie si estaba liderada por una productora sueca, y surgió la posibilidad de que se hiciera cargo del proyecto Nordic Drama Queens". Una producción que en Suecia no habían logrado poner en marcha y que se inició en Noruega, finalmente acabó regresando a Suecia: "La parte más difícil fue dejar ir el proyecto hasta otra productora principal. Seguimos en la serie, pero sobre todo para tratar de que no se pierda el punto de vista noruego de la historia".
MARYLIN FITOUSSI: VISTIENDO A EMILY EN PARÍS
La serie Emily en París (Netflix, 2020-), recientemente renovada para una quinta temporada, puede ser criticada en muchos aspectos, pero una de sus fortalezas es la capacidad que tiene para crear influencia en la moda, que muchos comparan con la primera etapa de Sexo en Nueva York (Max, 1998-2004). La diseñadora de vestuario Marylin Fitoussi nació en la ciudad de Toulouse, su madre era costurera y su abuela tenía inclinación por guardar toda la ropa, lo que le permitió crecer en medio de una gran colección de diseños que alimentaron su vocación como modista. Tras licenciarse en la Ecole du Louvre, desarrolló su carrera bajo la protección de Sylvie de Segonzac, propietaria de Les Costumes de Paris, una empresa de alquiler de vestuario especializada en piezas de época para películas. Marilyn Fitoussi se trasladó a Guinea para trabajar en Le ballon D'Or (Cheik Doukourés, 1994), donde desarrolló su fascinación por los pañuelos en la cabeza, una prenda que suele utilizar. Ha vivido durante más de una década en México y posteriormente en Lisboa. En 2020 comenzó a trabajar como consultora en las dos primeras temporadas de Emily en París y acabó siendo la responsable de todo el vestuario en las temporadas tres, cuatro y ahora la cinco. Resulta curioso que la conversación con Marylin Fitoussi la moderara Ida Elise Eide Einarsdóttir, editora de la revista de moda noruega KK, porque la diseñadora siempre ha comentado que está en contra de las imposiciones de las revistas, como también señaló en la charla: "Yo creo en la libertad. Ponte lo que quieras, combina como te dé la gana. El objetivo de la moda es hacer que estés bien, en la forma en que tú te sientes bien. ¿Dónde está la policía de la moda?". Lo que le ha proporcionado fuertes críticas en Francia, especialmente en cuanto a su trabajo en la serie: "París se ha vuelto muy aburrido. Cuando voy en metro solo escucho los tacones de mis zapatos. Todo el mundo en París lleva pantalones vaqueros y zapatillas. Es profundamente aburrido". La filosofía de Marylin Fitoussi, que fue nominada al Emmy el año pasado por esta serie, se comprueba en los diseños a veces vistosos y singulares que viste el personaje de Emily Cooper (Lily Collins): "En esta cuarta temporada hemos utilizado 25.000 diseños, incluyendo accesorios. Estamos creando un archivo para los diseños usados, que Netflix guarda en un gran almacén".
Marylin Fitoussi en conversación con Ida Elise Eide Einarsdóttir
Marylin Fitoussi sabe sobrellevar las críticas que se hacen a la serie pero también le sorprenden: "No entiendo las críticas de los parisinos. Lo que representa la serie es un París idealizado, una visión personal de la ciudad. No estamos haciendo un documental". Y confiesa que no está interesada en las marcas de moda más conocidas: "No miro las marcas. Cada diseño tiene que ayudar a construir el personaje y su historia. A veces encuentro modelos en las redes sociales, como el diseñador vietnamita Do Manh Cuong. Lo descubrí en Instagram, me puse en contacto con él y me envió todo su catálogo. Le pedí seis de sus diseños y usamos uno de ellos para el cartel francés de la cuarta temporada." Y confesaba que tiene que trabajar con mucha presión: "Los guiones no me suelen llegar antes de tres semanas previas al rodaje. Yo me muevo por estados de ánimo, deseos y emociones. Escoger las prendas que me provocan esas emociones con la vista o el tacto. Puede ser feo también, pero te provoca algo, incluso después de que lo usaste hace veinte años". A veces las propuestas provienen de la propia actriz Lily Collins, hija del cantante Phil Collins, que tiene una especial relación con los países escandinavos, y de hecho compró una casa el año pasado en Copenhague. Ella ha elegido algunas de las prendas nórdicas que ha vestido Emilie en la serie, como un jersey de lana de la marca familiar O.A.D., especializada en prendas de punto artesanales. "Fue una sugerencia de Lily que me gustó. Y me gusta mucho la ética de esta marca, porque es un negocio familiar. Tienen colecciones muy limitadas. Me gustaría trabajar más con diseñadores jóvenes y pequeñas marcas, porque las prefiero a las más conocidas. No tengo nada en contra de ellas, pero creo que es un buen momento para renovarse. En cada revista de moda encuentras siempre los mismos diseñadores y los mismos estilos. ¿Dónde están las oportunidades para los jóvenes?". Emily en París se ha convertido en un referente en materia de tendencias y street style, no solamente a través de los diseños que lucen los personajes sino también de los accesorios, que asimismo escoge Marilyn Fitoussi, entre los que ha utilizado en varias temporadas joyas de la marca española Coolook, con sede en Mallorca. La diseñadora apuntaba algunos detalles sobre la quinta temporada de la serie, que continuará la relación de la protagonista con Roma, una ciudad que se escogió en la última temporada debido a las restricciones de rodaje en París durante varios meses, impuestas por la celebración de los Juegos Olímpicos. "Me gusta mucho el cine italiano de los años cincuenta y sesenta y creo que vamos a seguir haciendo un homenaje a iconos como Sophia Loren, Monica Vitti o Anna Magnani. Y también a Loulou de la Falaise, que fue la musa de Yves Saint Laurent. Pero sobre todo quiero llegar a sorprenderme a mí misma".
Amor sin wifi se estrena en Movistar Plus+ el 22 de octubre.Familias como la nuestra se estrena en Movistar Plus+ en noviembre. ______________________________________Películas mencionadas:
La comuna se puede ver en Filmin, Movistar Plus+ y Pluto TV. Otra ronda se puede ver en Filmin y Max.Celebración se puede ver en Mubi.