Entre los integrantes del equipo formado por Hondo se encuentran el oficial Jim Street (Robert Urich), cuyo ex compañero fue uno de los policías asesinados; el Sargento David “Deacon” Kay (Rod Perry), quien estaba a cargo de las comunicaciones del equipo; el oficial Dominic Luca (Mark Shera), un impulsivo francotirador; y el oficial T.J. McCabe (James Coleman), quien estaba a cargo del apoyo táctico. Todos ellos eran veteranos de Vietnam que se habían integrado a la policía de Los Ángeles luego de ser dados de baja del ejército, por lo que estaban acostumbrados a regirse por un protocolo militar. Además, estarían siempre preparados para cualquier eventualidad, y dispondrían de una gama de armamento y de una van especialmente equipada para transportarlos al sitio de los sucesos. “S.W.A.T.” se convirtió en un éxito inmediato, en especial entre el público adolescente, y al finalizar su primera temporada, el show estaría en la lista de las series de televisión más vistas de 1975.
Pese a los buenos resultados de audiencia, la serie comenzó a ser duramente criticada por diversos grupos conservadores que hicieron hincapié en la violencia que esta presentaba, proclamando al show como uno de los programas más violentos que se habían emitido por televisión. Incluso el productor Aaron Spelling declararía algún tiempo después que de las alrededor de cincuentas series que produjo durante su carrera, “S.W.A.T.” era una de las que menos le gustaban debido a su excesiva violencia. Sin embargo, una vez que el show estaba en el aire, era poco lo que podía hacer para cambiar la premisa inicial (la idea detrás de la serie consistía en mostrar como este grupo especial de la policía se preocupaba de los casos más violentos). Como consecuencia de las críticas, los ejecutivos de la ABC estaban divididos entre la creciente controversia que estaba desatando la serie, y los altos niveles de audiencia que esta estaba obteniendo. Incluso el tema central de “S.W.A.T.”, compuesto por Barry DeVorzon, había conseguido el primer puesto en la lista de éxitos compuesta por la revista Billboard.
La gran mayoría de los episodios de la serie seguían una fórmula que consistía en presentar a un determinado villano con rasgos psicopáticos. Rara vez Hondo y sus hombres se encontraban con un criminal promedio impulsado solo por la avaricia. Por ejemplo en “Death Carrier”, la vida amorosa de la modelo Janet Warren (Ronne Troup) se ve amenazada por un desequilibrado francotirador, que en el último año ha asesinado a tres pretendientes de la modelo. A Street se le encomienda la misión de hacerse pasar por el nuevo novio de la modelo, para que de esta forma el asesino salga de su escondite y pueda ser apresado. En “Sole Survivor”, un ex-oficial de libertad condicional (Simon Oakland) decide emular lo hecho por Hondo, y formar su propio equipo de individuos especialmente entrenados (todos ex-convictos) para llevar a cabo un complejo robo. Por otro lado, en “Kill S.W.A.T.” una viuda (Diana Hyland) contrata a sus dos cuñados (Ben Frank y David Nash) para asesinar a los miembros de S.W.A.T., debido a que ella piensa que ellos asesinaron a su marido sin necesidad alguna.
Para cuando “S.W.A.T.” comenzaba con su segunda temporada, la controversia respecto a la violencia que presentaba estaba en su punto más álgido. Por este motivo, los ejecutivos de la ABC trasladaron la transmisión del show de los lunes a los domingos a las 9:00 PM, donde tendría que competir contra dos series ya establecidas: “The Mary Tyler Moore Show” (1970-77) y “The Bob Newhart Show” (1972-78). La cadena probablemente esperaba que el cambio de horario resultara fatal para el show, lo que terminaría con los problemas que este estaba causando. Sin embargo, “S.W.A.T.” lograría mantenerse con vida. Si bien es cierto que los niveles de audiencia habían disminuido, de todas formas seguía siendo visto por un gran número de televidentes. La ABC mantendría la serie hasta el final de la temporada, pero cuando llegó el momento de conformar la parrilla programática de la cadena para la temporada comprendida entre 1976 y 1977, “S.W.A.T.” estaba ausente de la lista. El último episodio de la serie titulado, “Officer Luca, You´re Dead”, fue emitido el 29 de junio de 1976, dando fin a dos temporadas compuestas por 37 episodios.
Steve Forrest, quien era una reconocida estrella del cine y la televisión antes de participar en “S.W.A.T.”, continuó trabajando en ambos medios de manera regular luego de la cancelación de la serie. Robert Urich se convirtió en protagonista de varios proyectos televisivos, siendo los más recordados “Vega$” (1978-81), y “Spencer: For Hire” (1985-88). Mark Shera por otro lado, trabajaría en las últimas cuatro temporadas de la serie de la CBS, “Barnaby Jones” (1973-80). Aaron Spelling sabría sobreponerse al fracaso y a la controversia desatada por su más reciente proyecto, con dos nuevas series que tendrían incluso más éxito que “S.W.A.T”: “Starsky & Hutch” (1975-78) y “Charlie´s Angels” (1976-81). Básicamente la serie era una tosca ilustración de un nuevo grupo organizado de policías, donde se le daba más importancia a la planificación de la captura de un determinado criminal que a la acción misma. Por este motivo, hoy en día la serie resulta algo tediosa y está lejos de causar la misma impresión que causó en su época.
Es cierto que la serie por momentos era políticamente incorrecta, y que los villanos que amenazaban la calma en cada episodio, pese a su representación caricaturesca, suponían una suerte de cruda renovación del género policial televisivo, pero de todas formas “S.W.A.T.” no ha envejecido de la mejor manera. Si bien se renovó el interés por esta serie con el estreno de la adaptación cinematográfica llevada a cabo el 2003 por el director Clark Johnson (la cual dicho sea de paso, deja bastante que desear), de todas formas me cuesta señalar a esta serie como una de las más memorables de los setenta. De todas formas, “S.W.A.T.” tiene algunos elementos que aún siguen siendo recordados (en especial su tema principal), y presenta algunos episodios bastante memorables. Aunque el objetivo de la serie era reestablecer la confianza de la sociedad en las instituciones gubernamentales (en especial luego del caso Watergate y la Guerra de Vietnam), tal vez el mensaje que termina quedándose grabado con más facilidad en la mente del espectador es aquel que señala que incluso la policía necesita ayuda en algunas ocasiones.
por Fantomas.