Recuerdo cierta serie de TV que, si bien probablemente no fue tan popular como otras de las que suelen aparecer habitualmente en esta sección, he de deciros que en su momento a mí me suscitó un considerable interés. Estoy hablando de Sliders (más conocida como Deslizadores en América Latina y Salto al infinito en España).
La serie, of course made in Yankilandia, constó de un total de 88 episodios repartidos en cinco temporadas emitidas entre los años 1995 y 1999. Las tres primeras fueron producidas por FOX, y las dos restantes por el canal Sci-Fi. Su trama se centraba en las aventuras de un variopinto grupo de personas que se "deslizaban" entre diversos mundos paralelos a través de un agujero de gusano, con la difícil misión de encontrar el camino de vuelta a casa. Para hacerlo contaban con un pequeño aparato similar un mando a distancia que les permitía deslizarse de un mundo a otro. Este aparato fue llamado cronómetro porque tenía un reloj de cuenta atrás que indicaba el tiempo que podían estar en cada universo. En caso de no abrir el portal en el momento de ponerse a cero el cronómetro no podrían abandonar ese mundo durante los próximos 29 años. El cronómetro será dañado, robado o destruido en numerosos episodios pero siempre conseguirán repararlo, recuperarlo o reemplazarlo por otro.
Personalmente siempre me ha atraído mucho cualquier temática relacionada de un modo ú otro con los viajes en el tiempo, o a su defecto, como sucedía en el caso que nos ocupa, con la posibilidad de desplazarse entre hipotéticos universos paralelos. De ahí mi gusto por la serie, que en ciertos momentos -aunque ésta no aborde el viaje temporal-, llega a recordarme mucho a la estética y formas del Doctor Who.
Los deslizadores originales (foto superior) fueron:
Quinn Mallory (Jerry O'Connell): estudiante de física cuántica de la Universidad de California que tratando de crear un dispositivo anti-gravitacional en realidad creará (accidentalmente) un dispositivo de viaje interdimensional.
Maximillian Arturo (John Rhys-Davies): profesor de ontología de la citada universidad que no tardará en verse involucrado en los experimentos de Quinn Mallory, cuando se decida a acompañarlo en su primer viaje experimental a través de infinitas dimensiones entre las que terminarán por perderse irremisiblemente.
Wade Wells (Sabrina Lloyd): estudiante de poesía y literatura (en la misma universidad donde Quinn estudia y el profesor Arturo imparte clases), y que de modo voluntario llegará a viajar interdimensionalmente con ellos.
Rembrandt Brown (Cleavant Derricks): famoso cantante de Soul venido a menos apodado Cryman (El Hombre Llorón) por tener la rara facultad de derramar lágrimas reales mientras canta. Cuando se dirige a cantar el Himno Nacional de Estados Unidos en un partido de béisbol (que supuestamente catapultará su regreso artístico por todo lo alto), su vehículo es accidentalmente absorbido por el vórtice interdimensional producido por el viaje experimental de los personajes anteriormente citados a un universo paralelo, perdiéndose -muy a su pesar- junto a ellos. Aunque en principio sentirá un gran resentimiento por Quinn a causa de esto, con el tiempo se volverán buenos amigos.
Lo cierto es que poco a poco el enfoque inicial de la serie fue mutando a lo largo de su historia. Así, en las dos primeras temporadas (sin duda las mejores para mi gusto), la trama se centró mayoritariamente en sucesos históricos alternativos y cambios en las normas sociales, explicando qué hubiera pasado si por ejemplo nunca se hubiera inventado la penicilina o si Estados Unidos nunca hubiera ganado la guerra de la independencia.
Sin embargo, ya en la tercera temporada la premisa original cambió, presentando episodios con más acción e incluyendo pequeños guiños a algunas películas. De igual modo también es cambiado el escenario habitual, y la mayoría de episodios de esa tercera temporada tendrán lugar en diferentes versiones de Los Ángeles. Como curiosidad, cabe mencionar que hacia la mitad de la referida temporada llegan a un mundo que está a punto de ser destruido en el que ayudan al ejército a desarrollar la tecnología de deslizamiento para evacuar a la población a otro mundo. Es aquí cuando se les unirá Maggie Beckett, un nuevo personaje introducido por presión de los productores en un claro intento de atraer a una audiencia más joven. Estas reiteradas interferencias de los productores llevarían al creador de la serie a abandonar el proyecto.
Resumiendo: Maggie Beckett (Kari Wuhrer): es una capitana del ejército que trata de vengar el asesinato de su marido a manos del coronel Angus Rickman y por eso decide unirse a los deslizadores que persiguen a Rickman a través de los universos.
También, desgraciadamente, en esta temporada la serie perderá a uno de sus "pesos pesados", el profesor Maximillian Arturo, concretamente en el episodio titulado El éxodo (segunda parte), aunque casi mejor no os diré como, pues no quisiera reventaros la sorpresa en caso de que decidáis verla.
En la cuarta temporada la principal línea argumental se centra ya en la guerra contra los Kromagg, orientando ya definitivamente la serie hacia un cúmulo de escenas de acción, de las que incluso llegará a abusar, en detrimento del peso argumental. Además se incluye a un nuevo personaje: Colin Mallory (hermano de Quinn en la trama, e interpretado por su hermano en la vida real, el actor Charlie O'Connell), y el personaje de Wade Wells es capturado por los Kromagg, desapareciendo también definitivamente.
Dado que tan rebuscada temática no gustó demasiado a los viejos fans de la serie, en la quinta y última temporada los productores trataron de regresar a la idea inicial de viajar por los mundos alternos; pero ya nada será lo mismo: Jerry O'Connell también abandona la serie (y ya van tres de cuatro), y su personaje será burdamente sustituido por su doble de otro mundo, siendo éste interpretado por el actor Robert Floyd. También entrará un nuevo personaje en escena, la Dra. Diana Davis (Tembi Locke), pero debido a la ausencia de los actores principales la acogida supuso un fracaso de público y la serie fue finalmente cancelada.
Aquí os dejo la inolvidable intro de la versión española:
Por lo demás, sólo me resta recomendaros -a los que no la conocíais previamente- que os toméis la molestia de echarle un vistazo, porque merece mucho la pena (especialmente, como digo, en sus dos primeras temporadas, mientras aún se mantenía intacta la estética original). Es cierto que en lo tocante a efectos especiales la serie no ha envejecido del todo bien, pero claro, es que ya han pasado unos añitos. Aún así, me reitero en mi recomendación. Ya me contaréis...