En su momento hablamos de esta serie como una de las propuestas de interés de esta temporada. Creada por Carlton Causon, uno de los responsables de Perdidos (2004-2010), y producida y dirigida en sus primeros capítulos por Juan José Campanella, Colony parte de planteamientos que se acercan a otras muchas series como muchas series como Falling skies (2011-) o Wayward Pines (2015-) (que finalmente consiguió una renovación para una segunda temporada que llegará en mayo), en torno a la resistencia contra una invasión extraterrestre o la convivencia en una comunidad atrapada tras un muro insalvable. Lo cierto es que, recién terminada su primera entrega (ya renovada para una segunda temporada por parte de USA Network), podemos decir que estamos ante una decente serie de acción a la que le ha beneficiado jugar con la dicotomía entre los dos protagonistas (buenos trabajos de Josh Holloway y Sarah Wayne Callies). Al final, lo que parecía otro intento fallido de introducir puntos de vista diferentes a la habitual historia de la resistencia contra el poder dictatorial establecido, ha acabado resultando una interesante propuesta que, si bien no alcanza la brillantez de otras series recientes de este tipo como The man in the High Castle (2015-), consigue resultar un entretenimiento logrado.
Rand Ravich para Fox
No está muy clara la continuidad de esta serie estrenada por Fox esta temporada. Tras sus dos primeros episodios fue cambiada de día de emisión debido a sus decepcionantes índices de audiencia, y tampoco es que haya mejorado especialmente. En todo caso, estamos ante una trama que mezcla el género policíaco con la ciencia ficción y algo de Frankenstein, presentando a un veterano policía muerto que es devuelto a la vida, ahora con aspecto más joven, pero con su memoria intacta, y que acabará trabajando codo a codo con su propio hijo, un agente del FBI. Aunque en el aspecto formal se rige por las normas del género de investigación con episodios autoconclusivos, hay algunos aspectos interesantes en esta serie, como cierto sentido del humor que está bien dosificado y una buena química entre los actores que interpretan a "padre e hijo", Robert Kazinsky y Tim DeKay, otra vez en el papel de un agente del FBI que tiene que lidiar con un compañero poco convencional, como en White collar (2009-2014). Ciertamente, la trama de ciencia-ficción resulta deslavazada, con una propuesta en torno a una empresa de alta tecnología que no termina de convencer, como si se tratara de un cajón de sastre de donde sacarse, cuando haga falta, cualquier herramienta para hacer avanzar la trama. Pero la serie resuelve con cierta pericia los defectos que pueda tener en sus guiones.
Phil Matarese y Mike Luciano para HBO
Esta serie de animación para adultos de capítulos de 30 minutos fue producida primero de forma independiente, presentando sus dos primeros capítulos en el Festival de Sundance de 2015, y posteriormente adquirida por la cadena HBO para dos temporadas. Resulta curioso encontrar a los hermanos Duplass (Mark y Jay) en la producción ejecutiva de la serie. Jay Duplass es uno de los protagonistas de Transparent (2014-) y uno de los creadores de la comedia Togetherness (2015-), también emitida por HBO, en la que su hermano Mark es el protagonista. Animals introduce irregulares episodios protagonizados por ratas, palomas, perros y otros animales de la fauna urbana que viven situaciones absurdas con un sentido del humor irreverente que a veces funciona y otras no demasiado. Los episodios contienen demasiada verborrea y en sus desarrollo zozobran a veces en la elocuencia de sus protagonistas pero, a pesar de las malas críticas recibidas, la serie funciona por momentos y contiene algunas tramas de brillantez, como el capítulo dedicado a los perros. Cuando se vuelve más absurda es cuando mejor funciona la serie, mientras que sus intentos de resaltar cierta trivialidad en los diálogos no termina de conseguir su objetivo.
Michael Seitzman para CBS
Hay que estar de acuerdo en que, después de innumerables series protagonizadas por médicos en hospitales que a veces llegan al colapso financiero, es difícil encontrar algún argumento que no se haya escrito en algún momento. En este sentido, esta serie que se desarrolla en una sala de emergencias del ficticio Angels Memorial Hospital de Los Angeles, juega con desventaja, y no termina de aportar nada que no hayamos visto muchas veces en otras producciones televisivas de mayor o menor éxito. Pero no hay que negar que los personajes están bien construidos y las historias en general consiguen atraparnos, especialmente en los momentos en los que la sala de emergencias llega al Código Negro del título, ese momento en el que el nivel de trabajo provoca el colapso, y los medios y el personal no son suficientes para hacer frente a la necesidades médicas primarias. La serie está basada en un interesante y sorprendente documental, Code black (2013), en el que el debutante Ryan McGarry se acercaba a los momentos de mayor caos de las emergencias del Hospital de Los Angeles. Es recomendable ver esta película antes de la serie, para darnos cuenta de que muchas de las cosas que se cuentan en ella están inspiradas en la realidad y en eso radica su principal virtud, aunque en ocasiones se le vaya la mano en cierta sensiblería que trata de captar las emociones del espectador.