Selección que hizo el mismo Buzzati en 1958 de relatos que habían aparecido en libros anteriores. Personalísimo mundo. Historias que navegan entre lo absurdo, lo existencial y una mirada infantil.
Los menos, curiosos pero prescindibles. Muchos buenos y conectados con el imaginario que brilló en El desierto de los Tártaros. Un puñado (La Gota, El desplome de la Baliverna, Siete plantas, El perro que ha visto a Dios... ), absolutamente magistrales.
No hay que dejarlo pasar.