Scamarcio, un actor comprometido con la sociedad presentaba horas antes para la prensa Pericle il Nero la cinta encargada de inaugurar este año la MCIB y también de su productora. Tal como ha confesado desde hacia tiempo "deseaba realizar este proyecto. e incialmente estaba previsto hacerlo con Abel Ferrara pero los productores se echaron en el último momento para atrás. Y ya desde mi productora Buena Onda me di cuenta que era el momento de reemprenderlo. Hablé con Stefano Mondini al que le encantó la novela. A pesar del difícil argumento la RAI , la televisión pública italiana confió en nuestro proyecto. Se cambió la ciudad de Nápoles en la que está ambientada la novela en la que se basa la cinta, por Bélgica para restar convencionalidad y sacar el verdadero espiritu de este retrato de un hombre amoral. Porque Pericle il Nero es el retrato de Scalzone, un personaje a la deriva pero que a la vez puro y cándido, un tanto infantiloide y que a pesar de todo ama más que todos los otros personajes del filme. Porque la cinta inspirada en la novela de idéntico título es un retrato de un hombre que trabaja amenazando y "dando por el culo" literalmente a la gente en nombre de Don Luigi un boss camorrista que ha emigrado a Bélgica. En uno de los encargos comete un error lo que provocará una rocambolesca huida hasta Francia donde conoce a Anastasia, una persona que le acoge sin juzgarlo.
Scamarcio es un actor con carácter comprometido socialmente. Una vez más el actor borda el papel y se desnuda física y emocionalmente delante de la cámara. Tal como indicaba por la mañana: "El oficio del actor es sobre todo una experiencia de investigación. A los actores se les conoce sobre todo por el físico por el lenguaje corporal y os lo dice alguien que vive de su cuerpo pero es una profesión de investigación en el que priman sobre todo las emociones. La sociedad cambia, se está perdiendo el modelo tradicional de familia y se ha iniciado un proceso de mercantilización y de una preocupante pérdida de la identidad. Apuesta por la cultura en la que el cine se convierte en un instrumento y oportunidad de cambio. Frente a las películas banales que recauden millones de euro el cine independiente puede llegar a proponer proyectos interesantes, ser más creativo y analítico porque no hay nada que perder" Y Scamarcio conoce muy bien el oficio pero a la vez apuesta por proyectos comprometidos con la sociedad.