Cuando en 2011 visité la República Checa, me inundó una sensación de desasosiego, de bombardeo comercial, de un lugar que habiendo sido el gran laboratorio del socialismo -primero con rostro humano y luego del burocrático y deshumanizado- se hundía en una vorágine y orgía consumista mal digerida.
Los Kentucky Fried Chicken, McDonald’s, casinos, cabarets o absenterías inundan la capital que vió fluir las letras de Ota Pavel, el tormento de Kafka o esos adoquines testigos de la titánica labor de humanizar un régimen que apretaba con puño de acero y había olvidado la idea de tomar el cielo por asalto.
La pelicula está realizada por Vít Klusák y Filip Remunda, dos estudiantes de cine de Praga, que pretenden demostrar lo ridículo que en ocasiones es el ser humano y de ese embudo que utiliza el capitalismo para convencer a los pueblos de consumir y ansiar cosas que realmente no necesitan.
Los dos directores crearon un multitudinario experimento sociológico basado en una mentira: la apertura de “Český sen” (Sueño checo), un nuevo centro comercial gigantesco con precios ridículos. Para ello se sirvieron de una campaña publicitaria muy elaborada, que inundó Praga de vallas publicitarias, panfletos, carteles, anuncios en televisión y radio y en la prensa. Una campaña poco convencional que, con eslóganes como “No queremos que compres aquí” o “No gastes dinero”, crearon entre los praguenses la necesidad imperiosa de acudir a su inauguración.
Este falso documental es una dura crítica a la creciente búsqueda de la felicidad a través del consumismo en la época post-comunista pero, en definitiva, es una crítica en conjunto a un sistema económico que solo busca crear falsas necesidades y en el que, desgraciadamente, todos acabamos, en un momento u otro, cayendo.
Título original: Český Sen (“El Sueño Checo” en castellano).
Dirección: Vít Klusák y Filip Remunda
País de produccción: República Checa
Productora: Czech Television/ FAMU/ Hypermarket Film/ Studio Mirage.
Año: 2004
Duración: 86 min.