La delegación cubana está presidida por la Directora General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Josefina Vidal, y la parte estadounidense la dirigirá Kristie Kenney, consejera del secretario de Estado, John Kerry.
Este grupo de trabajo fue conformado tras la visita de Kerry a la Isla el 14 de agosto pasado, y hasta la fecha realizó dos encuentros: el primero fue el 11 de septiembre en la capital cubana y el segundo el 10 de noviembre, en Washington D.C., ambos en 2015.
Los resultados más importantes en el desarrollo de los vínculos entre las dos naciones vecinas en los últimos 17 meses se pueden apreciar en el plano político y diplomático, en particular el restablecimiento de las relaciones a nivel de embajadas el 20 de julio de 2015.
En el período sobresalen por su relevancia los tres encuentros entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama y la visita de ese último a La Habana en marzo pasado.
Sin embargo, en lo económico no hubo avances significativos debido a la persistencia de las sanciones unilaterales, a pesar de las amplias facultades que tiene el jefe de la Casa Blanca para vaciar el contenido esencial de las leyes que las sostienen.
Así lo señaló Gustavo Machín, subdirector de la Dirección General de Estados Unidos en el Minrex, quien aseguró que esta sesión de la Comisión Bilateral será una oportunidad para revisar los acuerdos de la reunión anterior.
Durante un contacto con la prensa el jueves en la Cancillería, el funcionario mencionó entre los progresos la realización de intercambios técnicos y la suscripción de convenios de cooperación sobre temas de interés mutuo, así como la concreción de visitas de alto nivel en ambas direcciones. Las autoridades cubanas sostienen que para normalizar los nexos entre las dos naciones, Washington debe levantar el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra la nación caribeña desde hace más de medio siglo y devolver el territorio ocupado ilegalmente por la base naval de Guantánamo.
También demandan el cese de políticas lesivas a la soberanía cubana, del trato migratorio preferencial a los ciudadanos de la isla que arriban a la nación norteña así como el fin de las transmisiones televisivas ilegales hacia la mayor de las Antillas.
La Habana exige que Estados Unidos elimine los programas diseñados para cambiar el sistema social de la isla, que es uno de los objetivos de la actual política hacia Cuba, tal y como reconoció el presidente Obama el 17 de diciembre de 2014 y reiteraron otros funcionarios norteamericanos en ocasiones posteriores. |PL