El Chelsea siguió el tic-tac hasta encontrar 3-0 con la especialidad de la casa, el contragolpe. Hazard subió el balón como un base de baloncesto, abrió para la internada de Cesc y el catalán sirvió en bandeja el tanto a Terry para sumar su enésima asistencia de la temporada. Pim, pam, pum. Tres toques, tres goles, y a pensar en el United.
No obstante, tras el descanso, el reloj suizo dejó paso a la lámpara de Hazard. Filipe Luis, habitual suplente, sacó a relucir su sangre brasileña para bailar una samba dentro del área esloveno y regalar al genio belga el cuarto.
Matic concedió una opción al Maribor para maquillarse y otra a Cech para reivindicarse con un penalti. Pero ni una cosa ni otra. Al meta blue le bastó la mirada para desviar el disparo de Ibrahimi al palo. William quiso entonces sumarse a la fiesta con un disparo desde fuera del área que iba para gol del año pero, como la noche era de Hazard, su balón se estrelló en el larguero. Así, por si el 4-0 fuera escaso, el árbitro se inventó un penalti en un piscinazo de Ivanovic para que Hazard hiciera su segundo de la noche antes de poner en pie Stamford Bridge con el definitivo 6-0, tras marear a su defensor como solo él sabe y batir al portero. Con la sensación del deber cumplido, el Chelsea ya mira a Old Trafford. No obstante, allí Di María y los suyos prometen más batalla.