Ana está entusiasmada con el otoño y todas las novedades que trae. Caen hojas y castañas de los árboles, salen setas... No hay día que me pregunte: -¿hoy también es otoño?- es como si quisiese aprovechar cada día, y de hecho lo hace, se pasa el día recogiendo hojas.
Como hojas hay muchas pero setas pocas, al menos en nuestro barrio, me acordé de una manualidad que hice antes de tener el blog y nos pusimos a trabajar.
El material lo tenéis en la siguiente foto: Ese bloque blanco es pasta de amasar (se vende en papelerías y se seca al aire, no hace falta hornear), un molde de galletas en forma de seta, témperas, pincel, rodillo y una tira de imán.
Lo primero fue amasar la pasta, esto es muy divertido, Ana se lo pasó fenomenal. Además del molde de seta saqué todos los que tengo (flores, estrellas, corazones) y entre eso y el rodillo mi hija se entretuvo muchísimo jugando. También utilizamos sellos con letras (pero eso ya os lo contaré más adelante).
Una vez amasado (en planchas de unos 3mm. de grosor) y hechos los moldes, puse a secar las formas en la terraza. Tardaron unos tres días en estar bien secas, supongo que este tiempo húmedo no ayuda a que sequen rápido.
Luego llega la hora de pintar. Las témperas quedan fenomenal y los críos pueden utilizarlas sin problemas. Decorar las setas es muy sencillo pero Ana aún es un poco pequeña, así que mientras ella pintaba estrellas y corazones a su gusto yo pinté estas dos setitas.
Si queréis que las setas tengan un toque de brillo podéis utilizar esmalte de uñas transparente, a mi me gusta el resultado.
Por último cogí una tira de imán adhesivo que tengo desde hace tiempo, corté una franja en proporción a la seta y lo pegué, así de sencillo. Si no tenéis (no os culpo, yo es que soy pelín friki) seguro que tenéis algún imán feote de promoción (de estos flexibles, fáciles de recortar) que podáis usar y pegar por detrás.
La idea de hacer con las setas un imán fue de nuestra amiga Marta, Felizmente Atado habló de ella en su blog, aquí os dejo el link por si os apetece leerlo.
Y ¡listo!, esta manualidad me encanta porque es un regalito muy simpático y útil. Queda fenomenal donde lo pongas y al hacerlo con tu niño, sobri, nieto... tienes un recuerdo estupendo.
Ahí nos tenéis a nosotras, con las manos en la masa.See you later alligator!
Quiero terminar disculpándome por el trote cochinero que lleva el blog. Desde que vuelvo a estar embarazada he rememorado lo que son las nauseas y el cansancio, o más bien sueñazo desde las cinco de la tarde.
Inevitablemente el blog las fotos, los detalles, el tiempo que le dedico... se resentirá. Pero aquí estaremos, al pie del cañón, aunque a un ritmo más relajado (más aún).