Es probable que el triste destino de Giordano y los problemas de la madre de Kepler debido a una obra de ficción de su hijo, disuadiera a muchos pensadores de publicar sus ideas sobre estos temas. El entorno no estaba como para andarse arriesgando en exceso con pensamientos atrevidos ya que te podía salir ciertamente caro.
Habría que esperar hasta el siglo XIX para que se volviera a especular con estas ideas. Durante este siglo se empezó a jugar con la idea de que tanto la Luna como Marte podrían estar habitados, y si en ellos había seres inteligentes ¿por qué no intentar comunicarse con ellos?
Distintos científicos, algunos de ellos ciertamente conocidos, al menos hoy en día, empezaron a proponer atrevidas ideas. Uno de los insignes científicos que especuló con estos temas fue Carl Friedrich Gauss que propuso que en Siberia se dibujara un triangulo rectángulo gigante para que pudiera ser visto con telescopio desde la Luna o Marte. De esta manera, los selenitas o marcianos al ver el triangulo podrían inferir que en la Tierra había alguien que al menos sabía trigonometría. Otro del que se dice que jugo con estas ideas fue el astrónomo Joseph Johann Littrow, que llego a ser el director del observatorio de Viena. Según parece sugirió crear un circulo gigante en el Sahara y llenarlo con queroseno ardiendo, la intención era la misma, que dicha figura resultara visible desde otros planetas. No obstante, no estamos seguros de si la historia es cierta. Así llegamos a la que puede ser la primera propuesta de usar ondas electromagnéticas para comunicarse con otra civilización, la idea está atribuida a Charles Cross. Cross propuso usar espejos para concentrar un haz de luz e intentar comunicarnos con los hipotéticos marcianos. Por último, cabe mencionar al tantas veces olvidado Nicolás Tesla, el cual durante un experimento que estaba realizando detecto unas interferencias que él atribuyo a señales radioeléctricas de una civilización extraterrestre. Obviamente luego se vio que este no era el caso, pero la idea de usar ondas electromagnéticas como posible medio de comunicación entre civilizaciones, estaba sobre la mesa.
Tuvimos que esperar hasta mediados del pasado siglo XX para que la idea de intentar detectar señales de radio de civilizaciones extraterrestres se planteara de una forma científica. En 1959 los científicos Giuseppe Cocconi y Philip Morrison escribieron el artículo Searching for Interstellar Communications, donde establecían que la tecnología de la que disponíamos estaba lo suficientemente desarrollada como para intentar detectar señales de radio de otras civilizaciones. El artículo salía publicado ni más ni menos que en la prestigiosa Nature.
No obstante, los mayores esfuerzos se han dirigido a la escucha, es decir apuntar nuestros radiotelescopios al cielo y ver si captamos alguna señal de radio artificial de origen extraterrestre. A este respecto en 1977 se recibió una señal de origen desconocido y con una potencia más alta de lo normal. La señal se captó desde el radiotelescopio Big Ear, y se ha hecho famosa bajo el nombre de "La señal Wow!", esto es debido a que el profesor Jerry R.Ehman de la Universidad de Ohio escribió literalmente "Wow!" en la hoja donde se encontraban registrados los datos de dicha señal. Desgraciadamente nunca hemos sabido que fue aquella señal Wow! Se ha vuelto a escánear en varias ocasiones la misma región del cielo, pero siempre con resultados negativos.
Los esfuerzos por buscar radio señales de otras civilizaciones se han ido incrementando con el paso del tiempo, creando mejores sistema de análisis de señales, recurriendo a la tecnología más moderna, pero de momento no se ha detectado nada, de momento, seguimos a la escucha.
Ismael Pérez Fernández.
Para saber más:
- VÁZQUEZ ABELEDO, Manuel y MARTÍN GUERRERO DE ESCALANTE, Eduardo. La búsqueda de vida extraterrestre. Madrid: McGraw Hill, 2006.
- PÉREZ OCA, Miguel Ángel. Giordano Bruno. El loco de las estrellas. Equipo Sirius.
- RUIZ DE GOPEGUI, Luis. Mensajeros Cósmicos. Ciencia y enigma de los extraterrestres. McGraw Hill.
- Y para más detalles de la vida de los personajes que aparecen podéis usar la wikipedia, que no es un mal punto de partida.