Noche cambiante, dramática, polémica e intensa. Dos tiempos diametralmente opuestos y como consecuencia de ello un autentico partidazo, protagonizado por dos equipos entregados al espectáculo y saldado con una igualdad que reaviva el tramo final de la Liga.
Llegó a Nervion el Barça y con Pique ocupando nuevamente su posición en la zaga y Busquets acompañando a Xavi e Iniesta en el eje central de la cancha, ejerció un dominio abrumador sobre el Sevilla en los 45 iniciales, solo salpicado por los increíbles fallos del arbitro Miguel Angel Pérez Lasa, de actuación bochornosa y primer sanción inexplicable a los 9 minutos, cuando por una supuesta falta de Busquets a Alexis no convalidó un golazo de Messi de tiro libre.
Desplegó su fútbol el once de Pep Guardiola y un Sevilla al que de poco le sirvió el truque de posiciones en las bandas propuesto por Gregorio Manzano asumió sin rebeldía su papel de partener, contemplando a cada paso el toque del balón de su rival y sufriendo muchísimo frente a cada avance.
El control fue total, aunque recién a los 30 minutos el Barça pudo materializarlo en la red. Un pase al vacío magistral de Iniesta dejó solo frente a Javi Varas a Dani Alves, quien asistió a Bojan –reemplazante de un Pedro que debió retirarse por lesión a los 13- para que este anote el primer gol del encuentro.
Se dio el lujo el Barça, de desperdiciar ocasiones para sentenciar el choque minutos después de ponerse en ventaja –primero lo perdió Villa y después Messi, estrellando un cabezazo en el travesaño- y al vestuario el Sevilla se fue golpeado y aturdido, aunque aun vivo.
Recompuso a su equipo Manzano. Quitó a Sokora, retrasó unos metros a Rakitic y colocó en cancha a Kanoute, del que rápidamente todos se contagiaron.
Cambió radicalmente el encuentro a partir de entonces y antes de los cinco minutos del complemento el Sevilla alcanzó el empate, tras un pase al espacio de Kanoute para Negredo que acabó en centro de este último para Navas, quien conectó de cabeza con el arco vacío.
Minutos después pudo convertir Negredo y de pronto el Sevilla, aun mejor con Perotti en cancha, comenzó a poner en apuros a un Barcelona que poco a poco fue recomponiéndose hasta encontrarse nuevamente en control del balón.
A cada avance del líder, el Sevilla respondió con contragolpes eléctricos, lo que propició un intercambio de golpes alucinante, en el que primero apareció Valdés para evitar el segundo de Navas, luego el travesaño para devolver el bombazo de Iniesta y más tarde Gary Medel para impedir el tanto del propio estratega blaugrana sobre la línea misma del arco.
La resignación recién llegó con el pitazo final. Pudieron ganarlo ambos. También perderlo. Fue empate y el agradecido no solo fue el Real Madrid (2-0 al Hércules con otro doblete de Karim Benzema). También lo fue el fútbol.
Para el final del certamen restan aun diez jornadas. Para el gran Derbi que tendrá lugar el 17 de abril en el Santiago Bernabeu, cuatro. La distancia ahora es de cinco puntos y en Madrid siguen soñando con el milagro.
Los goles del encuentro: