Ruta: Madrid - Monasterio de Yuste - Garganta la Olla - Alcántara - Cáceres - Guadalupe - Trujillo - Évora (PT) - El Rocío - PN de Doñana - Matalascañas - La Rábida - Sevilla - Ronda - Málaga - El Torcal - Antequera - Córdoba - Casabermeja - Frigiliana - Cuevas de Nerja - Nerja - Granada - Guadix - Abrucena - Tabernas - Almería - San Miguel de Cabo de Gata - La Fabriquilla - Faro de Cabo de Gata - San José - Playa de los Genoveses - La Isleta del Moro - Rodaquilar - Las Negras - El Playazo - Agua Amarga - Playa de los Muertos - Níjar - Albaricoques - Sorbas - Mojácar - Vera - Cartagena - Vélez Rubio - Vélez Blanco - Pozo Alcón - Úbeda - Jaén - Baeza - Campo de Criptana - La Alberca de Záncara - Cuenca - La Ciudad Encantada - Madrid.
Llegamos por la noche hasta Sevilla, donde nos encontramos con Ana, una de las amigas que me acompañó en el viaje allá por 2009 donde conocí Machu Picchu y navegué por primera vez el río Amazonas. Pudimos salir un poco y tomar unas tapas en uno de los bares más clásicos del centro sevillano, El Rinconcilo, fundado en 1670, y donde todavía siguen haciéndote la cuenta en tiza sobre la barra. El ambiente nocturno del centro de la capital andaluza es una de las cosas que hacen que esta ciudad sea tan especial.
A la mañana siguiente, después de hacer visitar por la zona de la Cartuja a mi amigo Jesús, paseamos por la Torre del Oro, la espectacular Plaza de España (perdón por las infinitas fotos), y visitamos la catedral, subiendo a La Giralda, antiguo minarete y reminiscencia de lo que en su día fue la mezquita de Sevilla (siglo XII). La que fue la construcción más alta de la Península Ibérica permite contemplar la ciudad en 360 grados, el río Guadalquivir atravesándola y las mil y una callejuelas del barrio de Santa Cruz. Dentro de la Catedral se encuentra la sepultura de Cristobal Colón, aunque solo hay un 15% aproximadamente de restos humanos, siendo posible que el resto de ellos se encuentren en el "Faro a Colón" de República Dominicana, un mausoleo donde dicen que también está enterrado. Aunque está confirmado que los huesos de Sevilla son suyos, los de Dominicana aún no se han analizado, por lo que todo podría ser.
Lo bueno de ir temprano y en diciembre. No hay nadie!!!
Aunque nos habían advertido que desde que rodaron Juego de Tronos, entrar al Real Alcázar de Sevilla era complicadísimo y lleno de colas, lo intentamos. Resultó que no había nadie esperando y estaba bastante vacío. Yo no había visitado este lugar nunca, o al menos no tenía recuerdos de ello. Me pareció espectacular; es uno de los imprescindibles de esta ciudad. Mil mosaicos de azulejos, fuentes y surcos de agua, escaleras de colores y miles de detalles en los techos y en las puertas que le hacen a uno quedarse petrificado y trasladarse a otras épocas.
Por la tarde nos dirigimos hacia Málaga previo paso por Ronda, pueblo enclavado en un barranco, donde vimos el atardecer y disfrutamos del impresionante puente y sus miradores a los precipicios. Un lugar muy tranquilo y acogedor. Este fue el único momento del viaje en el que llovió un poco, lo que nos obligó a salir más o menos rápido.
Aquí un pequeño vídeo del espectáculo de luces que montan en la calle Marqués de Larios por navidad. Y una única foto de la alcazaba vista por la noche iluminada.