Un clima fabuloso con el sol como protagonista, un total de 11.500 participantes batieron otro año más el récord de inscritos a esta maratón que va cada año a más hasta lograr instalarse en la élite mundial (como prueba la ostentación por segundo año consecutivo de la “IAAF Bronze Label”), el nivel, sobre el papel, más superior respecto a otros años de la legión africana y las mejoras en el circuito hacían prever que este año quedaría plasmado como una edición magnífica, como finalmente ocurrió y en la que sólo faltó la recompensa de batir la marca de 2h08:33 lograda en la edición del año pasado.
El primer protagonista de la mañana fue el ganador en la categoría de discapacitados en silla de ruedas, el español Jorge Madera cruzó el arco de meta en un tiempo de 1h35:28 ante los aplausos de miles de personas que ya iban ocupando los asientos del Estadio de la Cartuja desde primera hora de la mañana.
En lo que respecta a la categoría masculina, la ya habitual estampa de la legión africana fue quien dominaba y volaba el asfalto sevillano, dando mucho espectáculo a los sevillanos que ante el magnífico tiempo prefirieron salir a la calle y dar ánimos a los maratonianos procedentes de casi 60 países. El primer grupo era de unos 14 atletas, siendo los eritreos Kibrom y Dawit los encargados de hacer de liebres para lograr a toda costa la ansiada marca.
Los tiempos eran rápidos y parecían cumplirse las previsiones de récord al paso por la media maratón en 1h03:58. En el km 25, en la Gran Plaza, el grupo se descomponía cuando el keniano Lawrence Cherono pegó un cambio de ritmo que sólo aguantó su compatriota Jafred Chirchir Kipchumba, por detrás en todos los compases de la carrera. Cherono se quedó sólo a partir del km 30, en la Avenida de La Palmera, y se imponía al que era el gran favorito, corriendo a 3:02 min./km al tiempo que maravillaba al público congregado en el Parque María Luisa y Plaza de España.
Una vez dentro del Estadio de La Cartuja, estaba ya asumido que el récord no se iba a conseguir, pero eso no importó a los aficionados que se concentraron para aplaudir la entrada de Lawrence Cherono en un tiempo de 2h09:39 (segunda mejor marca en esta prueba). Segundo fue Jafred Chirchir Kipchumba con 2h10:26 y cerró el podio Bernard Kipkorir Talam en un tiempo de 2h11:33. En lo que respecta a los españoles, el extremeño Pablo Villalobos tuvo que retirarse en el km 26 por culpa de unos problemas musculares, y el canario José Carlos Hernández no cumplió el objeto de lograr la marca mínima para el Mundial de Pekín, y detuvo el cronómetro en 2h16:52, siendo así el 6º clasificado, primer español y europeo. Cabe destacar que los españoles contaron con Fran España y el eritreo Kidane Tadesse como liebres, pasando la media maratón en 1h05:42.
En chicas, Filomena Costa derrotó a las africanas y entró en la meta en un tiempo de 2h28:00, suponiendo esta marca la segunda mejor realizada por una chica en el maratón hispalense. La maratoniana portuguesa basó su victoria en un ataque efectuado en el km 30 (pocos kilómetros antes de llegar al estadio del Real Betis). Segunda fue la etíope Abebech Tsegaye Bekele (2:33:49) y tercera la keniata Mercy Kelimo (2:34:52), quien tuvo que ser llevada al hospital debido al sobreesfuerzo propio de correr 42,195 kilómetros a su nivel. Marisa Casanueva fue la primera española, estrenándose en la distancia con un tiempo de 2h38:25.
Después de la entrega de premios y reconocimientos a la élite, el protagonismo fue totalmente acaparado por los runners, miles y miles de héroes del asfalto, cada uno con sus diversas historias de superación personal. Mérito enorme el de todos ellos, desde el “semiélite”de 2h35 hasta el corredor que vino de Málaga a cumplir un sueño y cerró la carrera (odio emplear el término “último”) en el límite de las 6 horas. Todos y cada uno de ellos cumplieron un reto, para muchos una tradición anual o una excusa para conocer las maravillas de una ciudad con unas zapatillas de correr puestas. Por cierto, el camino en sí es bonito por las vistas que ofrecen sitios emblemáticos de la ciudad como la Plaza de España, la Torre del Oro, La Giralda o el Parque de María Luisa, pero muy duro pese a ser el más llano de Europa, y si no te la preparas a conciencia, tenga claro que va a sufrir.
Video de la salida