El inicio este año de la Vuelta a España ha sido espectacular. Enhorabuena a Unipublic por saber reinventarse e innovar en la organización de una de las grandes vueltas del calendario ciclista, sólo superada por el Tour de Francia. Las prólogos iniciales no suelen ser demasiado atractivos porque suman pocos kilómetros, son más el escaparate inicial de la prueba para ordenar a los ciclistas en las clasificaciones que salen en los periódicos que una criba deportiva.
Ayer en Sevilla quedó claro que el ciclismo, además de deporte es espectáculo. Bien lo pueden atestiguar las 250000 personas que se dieron cita en la capital hispalense ansiosos por ver algo nuevo. Los 13 kilómetros de crono no tenían, sobre el papel deportivo, nada de especial. Un circuito urbano, sin ningún repecho ni tramo de especial complicación. Una carrera contra el reloj por equipos, entrando al relevo y con los líderes cruzando la meta en cabeza del grupo por aquello de empezar a vestir la clasificación.
El encanto lo consiguió dar la luna. Una crono nocturna que escondía a los ciclistas del acosador sol andaluz, más de 40 grados los días previos, y que mostraba el espectáculo de los txirrindularis sobre un trazado que recordaba a los grandes premios de fórmula uno en Mónaco y Valencia, o al nocturno Singapur. Similar la imagen a las motos corriendo bajo luz artificial en el circuito de Qatar.
La organización de La Vuelta ha demostrado que el espectáculo no depende sólo de los ciclistas, ha demostrado que también se puede generar. Tan bonito y emocionante es ver a los corredores sudar y sufrir en las grandes ascensiones a puertos como Lagos o Navacerrada, como disfrutar de la serpiente multicolor por las calles de una ciudad tan imponente como Sevilla, aunque en esta ocasión la serpiente estuviera fraccionada.
Las marcas que apoyan a este deporte deben estar encantadas con la expectación suscitada en la jornada de ayer. Quienes se atreven a seguir apostando por todos los que mueven el ciclismo, como Geox o Movistar, tuvieron ayer la prueba de que no son unos osados sino unos visionarios. Y si tenemos que hablar de cifras, el tiempo les hará ver la rentabilidad de sus inversiones.
Ahora ya podemos decir que Sevilla tiene una carrera especial, la primera contrarreloj nocturna de la Vuelta a España. Y que sea por mucho tiempo.