I
Que larga se hizo la espera
desojando el calendario,
parece un sueño, Pastora,
poder cantarte otro año.
Porque la fe y el sentimiento
que me enseñaron mis padres,
y este orgullo que yo siento
y es que esto es punto y aparte
haber nacío pastoreño.
La lenta espera se acaba,
ya se escucharon cohetes,
los ecos de sevillanas,
nos vamos de Romería,
Pastora de Cantillana.
II
Llega el momento sublime
en el lugar más certero,
que suerte tiene esta calle
de ver quitarte el sombrero.
Al cielo vuelan palomas,
vivas llenos de plegarias
que el Padre Álvaro te reza,
ya se desata la gloria
en la gloria pastoreña.
La lenta espera se acaba,
ya se escucharon cohetes,
los ecos de sevillanas,
nos vamos de Romería,
Pastora de Cantillana.
III
Sevillanas son plegarias
el día de la Romería,
son los rezos que se cantan
con devoción y alegría.
El poderío se adueña
del pueblo que te venera,
y hasta el cielo se levanta,
pa´ escuchar las campanitas
de tu carreta de plata.
La lenta espera se acaba,
ya se escucharon cohetes,
los ecos de sevillanas,
nos vamos de Romería,
Pastora de Cantillana.
IV
Si el cielo tocar pudiera
con gozo lo hace esta calle,
Martín Rey es pastoreña
y eso tu pueblo lo sabe.
Arcos que son letanías
que dan gracia y señorío
o adorná de rojo y gualda,
que lleno tiene contigo
la de la gloria y la gala.
La lenta espera se acaba,
ya se escucharon cohetes,
los ecos de sevillanas,
nos vamos de Romería,
Pastora de Cantillana.
Letra: Carmen Hurtado Berrocal/ música: Antonio Portillo Daza