Sexo, amor y personajes estereotipados en la novela juvenil

Publicado el 18 junio 2017 por Alicia Cardete Vilaplana @read_infinity

Lo confieso: estoy harta de los personajes estereotipados. Estoy muy cansada de que el protagonista masculino sea el protector y de que la protagonista femenina sea frágil, torpe o insegura de sí misma. Y reconozco que no me había dado cuenta de la importancia que tienen estos papeles hasta hace muy poco.
Recientemente vi Luna Nueva (ya sabéis, la saga Crepúsculo) y me enrabieté. Mucho. No os voy a engañar: he sido la primera que escrito este tipo de historias. Me han gustado, y en parte me siguen gustando, aunque creo que algo en mi cerebro chirría cada vez que leo una frase en la que la protagonista es descrita como "inocente, indefensa" y, en cambio, el protagonista masculino es definido como "protector, seguro, compasivo". Ya sabéis, la típica relación que se ve en muchas de las novelas juveniles.
No obstante, hace unos meses elaboré un trabajo para mi máster que me hizo reflexionar mucho sobre este tema. El trabajo trató sobre la violencia de género en la adolescencia y, creedme, me sorprendió demasiado. Para mal. Os resumo (porque no quiero abrumaros a base de datos, estadísticas y estudios): las adolescentes confesaban abiertamente que los chicos "buenos" (aquellos más dulces, que las trataban bien, que las cuidaban más...) eran vistos como poco atractivos, y los chicos "fuertes, divertidos, seguros de sí mismos, románticos, excitantes, buenos, pero no demasiado" eran vistos como el novio perfecto. Por su parte, los chicos que no cumplían con este patrón se sentían "poco masculinos" y "rechazados por las chicas" por lo que muchos acababan comportándose como verdaderos idiotas simplemente por ser "atractivos" (y sí, para mí esa actitud arrogante que tanto está de moda entre los chicos me parece de idiotas, no de hombres).
Leyendo las confesiones de las chicas aluciné. Os voy a ser sincera: nunca he sido de la clase de chicas a las que le gustan los malotes. No he sido de las que les gusta que la traten mal, ni de esas que toleran que el tipo aparezca y desaparezca cuando le apetece. Siempre he tenido muy claro cómo quería que fuese mi pareja. Pero sí me he visto afectada en otros aspectos: en mi propia concepción, en la del amor, en la del sexo.
¿Sabíais que las características más valoradas en las mujeres son la belleza, la generosidad, la ternura y la capacidad de sacrificar sus propios intereses en beneficio del hombre? ¿Sabíais que las del hombre son que sea carismático, decido, activo sexualmente y un líder para sus iguales? De verdad, ¿cómo se debe sentir un individuo, sea mujer u hombre, que no responda a estos perfiles? ¿Acaso alguien quiere sentirse poco atractivo por no cumplir lo que se supone que es un reflejo de su naturaleza? ¿Un hombre quiere ser catalogado como "femenino" por ser sensible y tierno, y una mujer como "marimacho" porque no soporte a los bebés? No, o al menos la inmensa mayoría preferirá actuar "como le toca" para sentirse bien, para sentirse "más atractivo" para el género opuesto.
Desgraciadamente, nuestra sociedad sigue estando basada en un patrón naturalista en el que se le otorga un poder legítimo al varón sobre la mujer. De ahí nacen todos esos pequeños gestos y comentarios que tanto hombres como mujeres hacemos y decimos a diario. Parecen inofensivos, casi un susurro que pasa desapercibido en el transcurrir de los días, pero que ahí están, recordando quién manda y quién está sometido. Ojo, con esto no quiero decir que todos los hombres vayan pregonando por ahí que son más que las mujeres ni que las mujeres vayan dejándose dominar. Digo lo que veo, y lo que veo es que todos estamos influidos por estos patrones y que, queramos o no, siempre hay algo en nosotros que se inclina hacia ellos. Sin ir más lejos, cuando le pides a tu chico que vaya a la barra a pedir, que se encargue de los arreglos de la casa, que te recoja por la noche para no volverte sola... Y ya no hablemos del sexo. ¿Sabéis que la postura preferida por las mujeres es en la que el hombre está encima? Tal vez seré mal pensada pero, ¿no se deberá a un deseo intrínseco de la mujer de ser dominada? ¿Por adoptar el "papel que le corresponde" socialmente, por el que ha sido educada?

El tema del sexo sin duda es un mundo aparte, pero claramente influido por estos patrones. Ya sabemos que el hombre es un "macho" mientras más sexo tenga con diferentes mujeres (sí, no sirve que sea con la misma) mientras que una mujer es una facilona si actúa así. Además el hombre debe ser el que domine la relación sexual, el que nunca ha sido virgen y el que que mágicamente es un experto en estos temas. Ah, y un tonto que desperdicia su juventud si solo se acuesta con una chica en su vida, aunque esté locamente enamorado de ella. Mucha presión para un solo individuo, ¿no? En fin, no voy a entrar más en este asunto porque acabaría tocando muchos otros puntos que se escapan de este post y enfurruscándome demasiado.
Pero ¿a qué se deben estos patrones? ¿Realmente son parte de nuestra naturaleza? Por suerte o por desgracia, muchas actitudes y comportamientos son aprendidos y definidos como "naturales". Lo cierto es que muchos estudios sobre este tema apuntan a dos factores principales en el desarrollo de la violencia de género en adolescentes: el ideal del amor y el aprendizaje social.
Está claro que no podemos cambiar la concepción de los hombres y de las mujeres de un día para otro. Sería imposible, porque están arraigados en lo más profundo de nuestra sociedad y una parte de nosotros mismos desea conservarlos para seguir sintiéndonos identificados con nuestra sexualidad. Pero tampoco podemos ignorarlos: si escribes, eres responsable de lo que escribes. Dígamos que sería un poco como el dilema de Spiderman: un gran poder requiere de una gran responsabilidad. Escribir es un gran poder, y más cuando es literatura juvenil. 

Retomo el ejemplo de Crepúsculo, concretamente el de Luna Nueva. Lo siento, pero aquí van algunos spoilers para los que no lo hayan leído o visto: cuando Edward decide ABANDONAR a Bella para "PROTEGERLA" de sí mismo, ella entra en una profunda depresión. Su mundo se derrumba por completo, deja de ser ella. En este momento Bella nos enseña que es pura fragilidad expuesta a un tío. A UN TÍO, por muy vampiro que sea. Cuando veía la escena en la que Bella era capaz de arriesgar su PROPIA VIDA para conseguir que Edward regresaba me dieron ganas de entrar en la película y gritarle lo ESTÚPIDA que era. Está claro que es una peli enfocada a adolescentes y que el amor se vive con mucha intensidad pero, ¿qué está fomentando? ¿Que si tu novio te deja tu vida se acaba?
Aquí entra la terrible idea del amor romántico. Sí, suena muy inofensiva. La palabra "romántico" nos trae a la cabeza atardeceres con nuestra pareja, esa caricia tierna en la mejilla, un susurro en el oído que nos estremece con un "te quiero"... Pero es un engaño. Tristemente, la mayoría de los adolescentes asimilan conductas peligrosas como parte del amor romántico. Este amor, duele, y se asociado al sufrimiento. "Si te quiere te perdonará" "Si te quiere cambiará"... Tonterías varias, frases que solo alimentan mentiras. "Está celoso/a, eso es que te quiere". Ah, cómo no, los celos; algo también muy utilizado en la novelas juveniles como prueba de amor. La realidad, es que ese amor romántico esconde los prototipos de chico "fuerte, protector" y chica "débil, frágil" a la que debe proteger. Esconde el verdadero amor.
El verdadero amor no duele.
El verdadero amor no esconde nada más que dos corazones que se entienden, que se complementan. 
A eso se reduce mi reflexión de hoy. Si escribes novela juvenil, por favor sé consciente de lo que estás escribiendo. Sé consciente de lo que estás fomentando en gente joven. Fomenta relaciones sanas, reales, en las que los individuos son libres e independientes el uno del otro. No todos los chicos son unos arrogantes, al igual que no todas las chicas necesitan a un hombre que las defienda. Intenta dejar de lado los prejuicios, los estereotipos de género que están a nuestro alrededor. Sé que es difícil, casi imposible porque están dentro de nosotros, pero inténtalo. Ya hay bastantes patrones de este tipo en las películas, en la música... No los fomentes en la literatura. No permitas que gente joven asimile que el amor son celos y sufrimiento por el ser amado; no permitas que un chico se sienta mal porque le gusten las flores o los abrazos cariñosos; no permitas que una chica se tenga que sentir frágil para sentirse mujer.

Tú y solo tú tienes la oportunidad de ir tejiendo nuevos patrones, de crear nuevas protagonistas que no sean torpes, inocentes y frágiles, de crear nuevos protagonistas varones que sepan expresar sus sentimientos y que no se avegüencen de ellos. Tú y solo tú tienes la capacidad de fomentar patrones sanos en los jóvenes que lean tus historias y evitar que asimilen las relaciones tóxicas como parte de un amor romántico. 
Esto es todo por hoy. Sí, volvía con muchas ganas de hablar y sobre todo de este tema. Me he dejado llevar mucho en este artículo y espero que os haya hecho pensar y reflexionar, y por supuesto que os haya gustado. Me encantaría saber qué pensáis vosotros sobre este tipo de personajes en la novela juvenil, sobre los estereotipos que hay en nuestra sociedad, o de cualquier cosa que os haya sugerido el tema. Creo que todos somos esclavos en parte de estas actitudes y creencias que se han ido elaborando a nuestro alrededor, pero podemos ser conscientes de esta esclavitud.
Sé que os lo pido siempre, pero hoy más que nunca: si el post te ha sido útil, no olvides compartirlo para que esta reflexión llegue a más gente. Entre todos podemos concienciar sobre la importancia que juega la novela juvenil en las relaciones de pareja tóxicas de los adolescentes. 


Alicia