Sexo en Nueva York...una visión simplista de las mujeres.

Publicado el 05 enero 2011 por Anaperezllinares

Supongo que todas conocereis y muchas de vosotras habreis visto (como yo) la famosa serie Sexo en Nueva York. 
Yo la ví hace bastante tiempo, antes de quedarme embarazada y siempre me ha parecido bastante mal la visión que se da de las mujeres en esa serie. Pero el otro día cometí el gran error de ponerme a ver la pelicula Sexo en Nueva York 2 y me puse de los nervios.  Incluso para las amantes de la serie, no la recomiendo en absoluto porque es un bodrio y no hay por donde cogerla. 
Como ya os he comentado siempre ví muchos peros a esta serie, aunque he de reconocer que me entretenía, que al fin y al cabo, es para lo que están las series y los programas de entretenimiento. Pero tras ver la pelicula  desde mi situación actual y tras el enorme cambio que para mi han supuesto estos últimos tiempos, la he visto desde otro punto de vista más crítico y he llegado a la conclusión de que deja a las mujeres en un muy mal lugar.
En esta serie nos plantean la vida de cuatro mujeres, con vidas e inquietudes diferentes. Con esto, supongo que se pretende que cada una de nosotras nos veamos reflejadas en alguna de ellas (de ahí el enorme éxito de la serie, siempre tendemos a que nos guste más aquello con lo que nos identificamos).
Yo  no solo no me identifico en absoluto con ninguna de ellas, sino que en la mayoría de ocasiones me parece que son de otro planeta. Y ahora os explico porqué:
En esta serie se da por supuesto que la mayoría de las mujeres tienen un trabajazo que le otorga cierto poder, les hace ganar cantidades indecentes de dinero y encima le supone un nulo esfuerzo y escasa dedicación, puesto que pueden dedicar la mayor parte de su tiempo a andar de compras, de cafeterías y de fiesta con sus amigas. O bien ser una pija algo tonta y forrada de pasta para la que el trabajo es algo anecdótico.
De la misma manera, también se da por supuesto el que todas perdamos la cabeza por tener X zapatos de la marca "no se cuantos"  y X bolsos de la marca "no se menos", convirtiendo el vestidor ( habitación indispensable para toda mujer, que duda cabe...) en la habitación más importante de nuestra casa.
En ese afan por poseer todos los trapitos y complementos habidos y por haber y dejandose en ello su sueldo millonario, cada mañana se visten para exhibir al mundo todo su poder y su glamour. Y para ello, salen a la calle con un tutú, convirtiendose así en la quintaesencia de la estética y la sofisticación. 
Por otro lado, me parece muy salvaje el enfoque que le dan a lo que supuestamente es una mujer sexualmente liberada. Según dan a entender en esta serie, una mujer liberada y con una vida sexual sana es aquella que convierte el sexo en el centro de su vida , haciendo pública su vida sexual  y haciendo clara ostentación de sus relaciones, como si su éxito o fracaso dependiera de estas.
En tercer lugar encontramos a la madre abogada, para la que su hijo es un complemento más (aunque un tanto incómodo, por cierto) y que bajo ningún concepto se plantea la posibilidad de adaptar su vida a las necesidades de su hijo. Con su estupendo sueldo paga a quien ejerza de madre por ella mientras ella sigue a lo suyo...pasándose un rato por el despacho y dedicando el resto de su tiempo a lo realmente importante..
Y por último está la niñita pija cuyo único objetivo es encontrar un buen marido y tener familia que además de no tener demasiadas luces, nos la pintan de recatada y reprimida.  Vamos, el espejo en el que mirarnos todas aquellas que hemos querido tener hijos y hemos formado una familia...
Creo que afortunadamente, estos modelos de mujeres no se adaptan en absoluto a la realidad de las mujeres en general.
Afortunadamente, somos muchas las que somos felices con nuestras vidas, aunque nuestros trabajos no sean nada del otro mundo. Por suerte, muchas no necesitamos tener un vestidor lleno de vestiditos de firma para ser felices ni salimos a la calle disfrazadas para realizarnos. Ni convertimos nuestra vida sexual en algo público y de lo que alardear, lo que lejos de convertirnos en reprimidas, nos convierte en personas psicológicamente sanas y capaces discriminar lo que forma parte de nuestra vida social de lo que que pertenece a nuestra intimidad. Por suerte muchas vivimos la maternidad como algo satisfactorio y no como una carga y no por eso somos unas pijas decerebradas.
Por suerte, creo que somos muchas las que nos sentimos ofendidas de que se nos considere tan superficiales y simples y en absoluto nos vemos reflejadas en estas caricaturas.
Las mujeres somos más que todo eso y no se nos puede etiquetar de esa manera, en la que o eres A, B, C o D.
Y OTRA COSITA IMPORTANTE: ayer, a traves de formspring, una chica contactó conmigo, pero su mensaje no me llegó entero y no pude ver su dirección de correo ni su blog, por lo que no puedo ponerme en contacto con ella. Si lo lees, mandame tu correo y dime la dirección de tu blog y hablamos!