Sobre la actriz popularmente conocida, del cine “X” ya habíamos hablado en este espacio y vuelve a ser noticia de portada arrastrada por las hordas podemitas que acaban de organizar un evento sobre “sexo, porno y feminismo” cuya instantánea ilustra la entrada del día. A mi me cuesta especial trabajo conjugar el “hardcore” de toda la vida, con el feminismo; basta bucear en media docena de páginas de internet subidas de tono, para descubrir que el trato recibido por la hembra de la especie en este tipo de producciones, suele ser degradante, con un perfil de relación sexual encaminada, exclusivamente, al placer del macho. Algunos sitios, conscientes del material que guardan, aclaran entre los títulos de crédito, que se trata de relaciones consentidas y que los protagonistas son actores, sin tratarse necesariamente de páginas especializadas en sado-maso. De todos modos, la cuestión se centra en que nuestra actriz -nuestra por su nacimiento-, se confesó progresista y adepta a Podemos, con lo que su profesión quedó automáticamente beatificada por el progresismo militante, que critica e impide la participación de azafatas en el Gran Premio de Jerez, como comentábamos unos días atrás. Preciso la luz podemita para entender como asociamos el feminismo a las producciones “X” y consideramos “cosificar” a la mujer la imagen de las azafatas en un evento de motociclismo. Pablo Iglesias gusta de cabalgar sobre sus contradicciones, pero me parece que se le empezaron a desbocar hace demasiado tiempo, y esto es solo otro ejemplo, e irrelevante, de ello.