Shahbaz Bhatti

Por Diegoibarra @DiegoIbarra_S
Shahbaz Bhatti, el Ministro de Minorías Religiosas en Pakistán estaba dispuesto a dar su vida por la liberación de Asia Bibi, la mujer condenada a la horca por blasfemar, y el 3 de marzo, tras varios meses de amenazas, tres hombres armados acabaron con su vida a la salida de su residencia en Islamabd, en el sector I-8/3.  Según los medios paquistaníes, Bahtti recibió 23 balazos a bocajarro, Y a diferencia del episodio ocurrido con el gobernador del Punjab, Shalam Tasher, Bahtti no llevaba escolta, hecho duramente criticado.

En el lugar del asesinato la policía y la prensa local encontró varios folletos firmados por Al-Qaeda y, pocas horas después,  un portavoz de Tehrik-i-Talibán reivindicó el ataque y dijo en varios medios paquistaníes con una actitud desafiante que todos los que hablen en contra de su profeta sufrirán el mismo destino. La policía rápidamente restringió el acceso a la vivienda mientras el cuerpo era trasladado casi de ipso facto al hospital Prim en donde una pequeña multitud, ajena a la lluvia, se agolpaba para recibir el cuerpo ya sin vida del ministro que defendió hasta la muerte a la condenada Asia Bibi.  Pese a la inmediatez de la ambulancia, Bhatti perdió la vida en el camino. “ No pensábamos que los extremistas fueran a llegar a este extremo.  Denunciamos la impunidad con la que estos grupos están operando. Queremos llevarlos ante la justicia”,  explicó el reverendo Ishaq Mazhar, miembro de la Iglesia Baptista Nacional de Pakistán nada más llegar al hospital envuelto en una fuerte lluvia.  El funeral se celebró en la iglesia de Fátima, en Islamabad, tras declararse tres días de riguroso luto. Arropado por miles de personas, miembros diplomáticos internacionales y la presencia del Primer Ministro Yusuf Razá Guilani, el pueblo paquistaní se reunió para honrar al Ministro de Minorías Religiosas asesinado. El ataúd, envuelto en la bandera nacional verde y blanca fue transportado en una ambulancia para la ceremonia. Por razones de seguridad la policía extremó sus medidas, puso francotiradores y adornó las calles del sector F8-4  con fuertes cordones policiales para evitar cualquier amenaza mientras continúan la búsqueda de los culpables. Según han podido confirmar los medios locales paquistaníes, la policía podría haber detenido entre treinta y sesenta personas ante la falta de pruebas.

La comunidad cristiana en Pakistán continua traumatizada por la muerte de Shabbaz Bhatti. Si bien han surgido manifestaciones espontáneas de protesta pacífica, con vigilias de oración y un anuncio de tres días de duelo público, el sentimiento de amenaza continua estando muy arraigado dentro de ellos. La muerte de Bhatti ha vuelto a hacer saltar las alarmas dos meses después de la muerte del gobernador de Punjab, tiroteado por sus guardaespaldas por defender la abolición de la ley de la blasfemia, impuesta por el dictador militar Zia ul-Hag en los ochenta.