Su música es tan abstracta como melódica, muy orientada hacia la época en la que estaban viviendo. Es decir, la presencia de los sintetizadores pegados a ritmos de Funk hace un disco más orientado a las discotecas. En la que intervienen las voces de Jill Saward, Jackie Rawe y, Lorna Bannon. Tal vez al principio el disco suene un tanto pomposo y demasiado comercial, pero con el tiempo se le va cogiendo un cierto cariño gracias a los numerosos detalles que van anotando en cada canción el pianista Bill Sharpe, o la pegada que le da al bajo el músico George Anderson. Para mi es de lo mejor del álbum.
Su música es tan abstracta como melódica, muy orientada hacia la época en la que estaban viviendo. Es decir, la presencia de los sintetizadores pegados a ritmos de Funk hace un disco más orientado a las discotecas. En la que intervienen las voces de Jill Saward, Jackie Rawe y, Lorna Bannon. Tal vez al principio el disco suene un tanto pomposo y demasiado comercial, pero con el tiempo se le va cogiendo un cierto cariño gracias a los numerosos detalles que van anotando en cada canción el pianista Bill Sharpe, o la pegada que le da al bajo el músico George Anderson. Para mi es de lo mejor del álbum.