La colombiana hizo gala de su voz y presencia, y puso a vibrar el Estadio Universitario, con un escenario que incluyó una pasarela de unos 16 metros de largo colocada al centro de la cancha, mediante la cual se mantuvo en contacto con el público al que entregó lo mejor de ella, como lo prometió al principio de su "show".
Sin grandes retrasos como ocurrió con sus anteriores presentaciones en la Ciudad de México y Guadalajara, Shakira, sorprendió a los regios cuando apareció caminando a un costado del escenario, a nivel de cancha, saludando al público envuelta de la cabeza a los pies con una túnica rosa.