!Qué equivocado estaba¡ una película llena de dramatismo, donde vemos a un protagonista atormentado, confuso, con muchos remordimientos, pero cayendo siempre en un pozo sin fondo, desde luego, con muchas escenas de sexo, pero muy justificadas.
La película engancha desde el principio, y aunque resulta desagradable ver la autodestrucción que se esta haciendo el protagonista, no puedes dejar de verla. Quizá a cierto tipo de público, puede parecer algo pausada, por la ausencia de diálogos y la recreación en las posturas de los personajes, pero estamos de nuevo, ante una película donde los personajes, y las escenas, hablan por si solas, y nos son necesarias de acompañarlas por diálogos Un gran trabajo sin duda de su director, Steve McQueen, que ha sabido no solo componer unas escenas que hablan por si solas, sino que ha dirigido a los actores de una manera soberbia y somos capaces de adivinar lo que están pensando, o como se sienten, solo por sus poses, posturas, o como practican sexo.
En cuanto a los actores, pocos son los que aparecen, prácticamente se reparten los planos entre Carey Mulligan, y sobre todo Michael Fassbender, ambos soberbios pero Fassbender, llega a la cima, y compone un personaje, que junto a la dirección de McQueen, es difícil que pueda llegar a superar esta interpretación. Inexplicable como se olvidaron de él para los Oscars.
Una película dura, llena de dramatismo, muy recomendable pues aunque pueda engañar su promoción o mejor dicho lo que se haya podido decir de ella por enseñar el miembro viril de Fassbender, no va para nada de eso, y si aparece en pantalla, esta más que justificado. Ahora, eso sí, una película incomoda, pues retrata a alguien que superficialmente es normal, pero esconde una doble vida que lo esta destruyendo, y estas deseando que se libre de todo lo malo, aunque en ese caso, no sería una gran película.