Tengo muy poco que decir de Shame, y quizás todo sea spoiler; la cosa va de un adicto al sexo cuya vida es una miseria porque su adicción le impide conectar emocionalmente con nadie, y aunque tiene todo para satisfacer sus ‘Deseos culpables’ obviamente no alcanza ningún tipo de alegría ni por breve que ésta sea.
En Shame, este hombre es atractivo hasta el colapso, vive en su propio departamento en Nueva York, tiene un trabajo estable, al parecer muy bien pagado, se viste muy bien y sale de parranda a los lugares ‘In’ del momento. … y es adicto al sexo. ¿Ósea cuál es su problema? Cuando uno es adicto a algo, el drama es la imposibilidad de satisfacer la necesidad. Soy una cínica lo sé. Así como Brandon no conecta yo no conecté con su problemática; que admito tiene mucha clase.
Drama seria un adicto al sexo: gordo mal oliente, sarnoso, peludo, desempleado y sin casa. ¡Eso es un drama caray! En cuanto al tema de la adicción al sexo, prefiero recomendarles la novela de Chuck Palahniuk llamada Asfixia.
Dice Blog de Cine de Shameque su ‘lentitud, que deriva de una ausencia de progresión dramática.’ Es eso lo que no me convenció de la película: no progresa; aunque es un camino de ‘autodestrucción’ quedamos todos atrapados en la ‘asfixia’ de la necesidad, el ´vacío’ de la adicción.
Me encantó Carey Mulligan, aunque su personaje sólo está en Shame para ilustrar la imposibilidad de conexión del protagonista y un poco de background. Su representación fue para mí mucho más rico e inexplorado, otra necesidad: la de establecer un vinculo con alguien. Ambos son lados de la misma moneda de intercambio.
¿Por qué ver Shame? Denle una oportunidad, es un film freak con mucho culito de Fassbender – es que todavía no me creo cómo se puede estar tan bueno e ir por la vida con esa cara de sufrimiento, ¡es tremendo actor!-. Tiene escenas muy largas con una excelente fotografía y aunque hay mucho body de Fassbender es su capacidad de transmitir ‘vergüenza, culpa y confusión’ lo que hace valioso el film.
Dato Curioso: Shame tiene varias anécdotas interesantes sobre su filmación como la escena ‘New York, New York’, uno de los momentos más emotivos del film, es 100% real, fue filmada de un solo disparo a las 3 am y los actores que escuchan la canción nunca antes habían escuchado cantar a Carey, por lo que todas sus reacciones son reales. Otra es la escena de sexo contra la ventana; bueno abajo había una calle atestada de gente saludando a los actores, quienes les devolvían el gesto tal como vinieron al mundo, ¡gente suertuda!.
Bonus track: Chequen algunos afiches de Shame