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Shaquille O´Neal fue la sorpresa de la noche. Su colosal actuación le permitió sumar un nuevo doble-doble en su carrera. Demostró que pese a estar en un claro declive a sus 38 años es capaz de ser el jugador más intimidante en la zona. Sus 25 puntos y 11 rebotes son buena muestra de ello. 31 minutos sobre el parquet del TD Garden en los que "Diesel" fue por así decir, la única referencia que mantuvo a los Celtics a flote. Brook López poco pudo hacer contra las constantes embestidas de Shaq al poste bajo. Parece ser que las dudas han quedado más que despejadas desde el inicio de la temporada, el juego de Boston le va como anillo al dedo.
La plantilla es lo suficientemente profunda como para hacer frente a las numerosas bajas que poseemos, pero no deberíamos forzar la situación ni ceder terreno ante los Orlando Magic. Más si queremos tener unos playoffs algo más tranquilos que los pasados.
Pasando a analizar lo que fue el encuentro cabe destacar el enorme esfuerzo que nos costó hacernos al final con la victoria. Todo el partido a remolque de unos Nets que basaron su juego en su particular "BigThree". Entre Morrow, Harris y López, 48 puntos.
Paul Pierce (18 pts) y Ray Allen (15 pts) tardaron en calentarse y no fue hasta el último cuarto cuando los Celtics comenzaron a desplegar un poco de su juego en equipo. Hasta el momento, el resultado de vivir a costa de O´Neal había dado los frutos necesarios como para llegar igualados al último período, pero si queríamos cobrar una nueva victoria haría falta algo más.
Ésta noche, revancha contra los Toronto Raptors en el Garden. A partir de la 1:30 de la madrugada los Celtics tratarán de sumar una nueva victoria que les siga proporcionando el ser líderes de la Conferencia Este.