Identificando la necesidad
Sharing Academy surgió de una experiencia personal de su fundador, Jordi Llonch Esteve, que se encontró con dificultades para avanzar con algunas asignaturas del Grado Multimedia, una carrera que estudió compaginando su empleo de piloto de línea aérea.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (página 14), uno de cada 5 estudiantes universitarios asiste a clases de apoyo fuera de la universidad con un gasto medio por estudiante de 700 €. Este gasto va destinado mayormente a academias de repaso y profesores particulares, dos herramientas con un problema común: no existe ninguna garantía de que los profesores particulares o que las academias estén en contacto directo con la universidad, lo que dificulta la transferencia del conocimiento propio de sus materias.
Además muchos universitarios tienen dificultades para costearse el creciente coste de las matrículas y los altos precios de los profesores particulares. Sharing Academy nace con el objetivo de ayudar estos estudiantes a amortiguar estos dos gastos.
Jordi Llonch ha dejado su trabajo en la aviación tras 10 años de vuelos para dedicarse por completo al proyecto y ha formado un equipo que cree con la misma firmeza que él en Sharing Academy.
Aprendizaje 3 en 1: maestro + mentor + coach
"Cada estudiante es un experto para algún otro estudiante". Esta es la máxima de Sharing Academy, algo que quieren transmitir a los universitarios. Hoy cualquiera puede crear un blog, canal de YouTube, Tumblr, etc. y empezar a hablar de lo que se sienta a gusto, convirtiéndose en un mini-experto del tema. A partir de aquí puede crear una audiencia y llegar a ser un referente en su campo.
En la universidad, hay que estimular que los alumnos aprovechen al máximo el esfuerzo que supone aprobar cada asignatura. Hay que fomentar que cada universitario se convierta en experto (y gane un dinero) en las áreas que más le gustan y domina. Sharing Academy proporciona un marco favorable para que quien acaba de aprobar con buena nota una materia pueda transferir su know-how a compañeros de la misma universidad, a la vez que profundiza en los temas que le apasionan.
De esta relación entre mentor y alumno, las dos partes salen beneficiadas.
- El mentor -profesor particular-, mejora su competencia del tema al transferir el conocimiento a su alumno, puesto que lo mantiene activo en su cerebro durante mucho más tiempo y se ve obligado a resolver dudas planteadas por su alumno.
- El compañero que necesita ayuda, consigue un proceso de acompañamiento personalizado que no sólo incluye el proceso típico de enseñanza, sino que el profesor particular le explica exactamente lo más importante de esa asignatura y de la manera que lo quieren en esa universidad.
Por eso, los alumnos que encuentran un profesor particular en Sharing Academy tienen a su disposición una combinación de maestro + mentor + coach, lo que aumenta significativamente las posibilidades de aprobar esas asignaturas más difíciles en las que todos nos hemos visto estancados alguna vez.
A vueltas con la reputación
Las plataformas que surgen en 2015 ya tienen muy clara la importancia de la reputación (a menudo inspiradosen en el modelo D.R.E.A.M.S propuesto hace tiempo por Blablacar). A grandes rasgos, Sharing Academy entrega varias certificaciones a sus usuarios:
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Identidad verificada: se otorga a aquellos universitarios que han verificado su correo universitario. Este paso permite verificar de qué universidad es cada usuario.
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Certificado académico verificado: permite comprobar que un profesor particular tiene el conocimiento necesario para impartir clase de las asignaturas que propone.
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Comentarios y valoraciones: los alumnos pueden valorar la calidad de cada profesor particular después de llevar a cabo una clase, ya sea la puntualidad, la preparación del profesor, su pasión por la enseñanza, etc.
Tracción inicial
Tras apenas dos semanas después de su lanzamiento a nivel estatal y su presentación en el Mobile World Congress con stand propio en el 4YFN, ya están presentes en 29 universidades españolas, entre Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Girona y País Vasco. Irán añadiendo más universidades a medida que vayan teniendo peticiones de sus alumnos.
A día de hoy, SharingAcademy tiene más de 200 usuarios y más de 200 clases particulares publicadas.. El precio de cada clase lo establece el propio profesor particular, pero para los que no sepan qué precio fijar, la plataforma hace una propuesta basándose en la media de las clases existentes en el momento de la publicación de la clase.
Son unas métricas modestas, pero como cualquier plataforma P2P, el objetivo inicial no es tener muchos usuarios, sino crear una comunidad poco a poco para que todos se sientan parte de ella e ir creciendo orgánicamente.
Disrupción en la educación
SharingAcademy es solo una de las piezas que está cambiando el panorama del sector educativo en general. El educativo es un sector que cumple con bastantes sino todos los elementos que lo hacen candidato a la disrupción colaborativa: hay intermediarios que crean escasez artificical, que no aportan valor y que crean experiencias innecesariamente complejas.
Al igual que ocurre, por ejemplo, en el sector de las finanzas colaborativas, pasamos de instituciones grandes y monolíticas a una plétora de startups que toman una de las funciones del sector y crean una mejor experiencia que la ofrecida hasta el momento: Foxize, Busuu, Tutellus, Floqq, Mingles o Kiddify entre otros
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