Sharpless 188, SH2 -188 para abreviar, a pesar de que estaba incluida en el catálogo de Sharpless, en realidad es una nebulosa planetaria situada en la zona del cielo que ocupa la constelación de Casiopea. Es un objeto ténue y débil, lo que dificulta su observación. El mejor momento para observarla es durante el cielo de la tarde entre los meses de agosto y enero, y se ve facilitada en gran medida por los observadores situados en las regiones del hemisferio norte de la Tierra, cerca de las regiones templadas y cálidas. Se encuentra a 711 años luz del Sistema Solar. A través de su tasa de expansión se determinó una edad de unos 7.500 años. Sh2-188 fue considerada, al principio, un remanente de supernova, debido a la presencia en su parte más brillante de desgarrados filamentos que sugerían un evento especialmente catastrófico, y posteriormente se la consideró una región HII, momento en que fue incluida en el catálogo Sharpless. Sin embargo, años después se llegó a conocer su verdadera naturaleza gracias al espectro de su masa gaseosa, rica, entre otros elementos, en oxígeno ionizado. La estrella causante de tal espectáculo es una diminuta bola de gas cuya superficie supera los 100.000 kelvin.
Sh2-188 es una nebulosa planetaria anular cuya estructura no ha sido especialmente distorsionada, ya que todavía podemos ver la forma anular principal, que comenzó a formarse hace más de 20.000 años. La característica más llamativa de esta nebulosa es la estela de gas que va dejando a su paso, algo que captó la atención de astrofísicos desde su descubrimiento. En la génesis de las nebulosas planetarias, según los modelos actuales, tienen una gran importancia los vientos estelares, de manera que durante la fase principal de la estrella, cuando se convierte en una gigante roja, va generando un viento a baja velocidad que es alcanzado por el viento rápido que la estrella genera posteriormente, cuando comienza a colapsarse por la gravedad. El viento rápido interactúa con el viento lento y se produce un frente de ionización, dando lugar a la forma característica que vemos en la mayoría de nebulosas, una envoltura que se expande a unos 45 km por segundo.
Fotografía OriginalCrédito: JP Metsävainio/Astro Anarchy