Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York - Gail Parent

Publicado el 30 abril 2017 por Miguelj14

Sheila no piensa demasiado en el futuro, porque para ella el futuro es eso, futuro.

Hasta que de pronto se da cuenta de que tiene treinta años y todavía sigue soltera. Sheila intentará resolverlo, claro que lo intentará, pero resultará que el presuntonovio o es gay o que quien en realidad le gusta es su mejor amiga, o que solo busca compartir el alquiler.

Las decepciones se transforman en desesperación y, en un momento de lucidez,

Sheila toma una decisión: suicidarse. Pero antes de hacerlo, quiere poner sus cosas en orden y escribir una larga nota explicándolo todo. Décadas después de su publicación, Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York continúa siendo la nota de suicidio
más divertida que se haya escrito nunca.

Gail Parent escribe una novela completísima sobre el suicidio de una chica soltera, como es Sheila Levine, en la que sugiere dos cosas: 1) recrea un retrato empático de una mujer que se cansó de intentarlo, que ya no pudo más en la búsqueda de una vida en pareja, y 2) hay una crítica afilada hacia cómo deben ser la vida de las mujeres: casadas con un hombre sí o sí. Si permanecen solteras, se verían raras. Y así como que sean un orgullo para la familia, pues no. Sí, sólo por no casarse. A los hombres también se les señala, pero no tanto, ¿o sí?

Si bien lo anterior son cuestiones latentes que se dan como mensaje a lo largo de la historia, también se pueden obviar con el constante sentido del humor que tiene la novela y que nunca pierde la narradora Sheila Levine.


Un humor delicioso, que en una sola frase ofrece carcajadas e incluso da la sensación de estar ante un largo mónologo de stand-up, como señala Rodrigo Fresán en el atinado prólogo.

Y claro, no puede faltar ese humor peculiar en el que aparecen los judíos y la burla hacia su vida y forma de ser. No sé si sea un "humor judío", al estilo Woody Allen y Etgar Keret, pero cada mención hacia ellos, siempre es ingeniosa.

La novela fue escrita en 1972 y pese a eso, reproduce el ambiente del espejo del mundo, como es Nueva York (el verdadero Nueva York, de quien vive ahí), lleno de presiones sociales y económicas, donde no todos triunfan, donde la mayoría sobrevive, en vez de vivir y que sin embargo, mantienen el ideal que propone la ciudad: comprar, conseguir, ser parte de algo. Así, Sheila Levine insiste, entre sarcasmo y crítica, lo que dirían de ella las revistas lifestyle, como Cosmopolitan.

Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York es una novela en la que Gail Parent, parte de la comedia escrita para hablar de las aspiraciones impuestas por la sociedad de consumo, deteniéndose en una disertación sobre lo complicado que puede ser encontrar una pareja para vivir y no sólo para tener sexo, así como las consecuencias que genera esa presión social de ser "solterona" para toda la vida. Claro que, siempre con un humor ingenioso e incluso, esperanzador.