Yo he experimentado de todo. Antes de ponerme esmalte, para que la duración fuese más larga:
- Me aseguro que siempre haya alguien en casa conmigo, para cualquier necesidad
- Sumerjo los dedos en vinagre de manzana durante unos minutos antes de pintarme las uñas. El olor no ayuda…
- Siempre froto el frasco de esmalte entre las palmas de las manos antes de aplicarlo.
- Intento aplicar el esmalte en capas finas y no en capas gruesas, si no la pintura luego se “despega” más rápidamente.
- Seco las uñas con el aire frío del secador.
- Pongo las manos recién pintadas en un recipiente con agua fría y algunos cúbitos de hielo. El frío helado ayuda a solidificar el esmalte en toda la uña rápidamente, haciéndolo más resistente y firme. Aunque en invierno no es tan placentero.
- También he aplicado una fina capa de esmalte transparente todos los días.
Pero ¡NADA! El resultado es de siempre tres días de duración, aún menos si es de un color oscuro. Pero la pasada semana he probado un esmalte de “larga duración” llamado Shellac. Después de la horrorosa experiencia con el gel ya no tenía ganas de probar otras torturas pero Hanna, de Vanita Espai Barcelona, me ha convencido que esto era otra cosa completamente diferente y mucho más sano para mis uñas.
El retirar el esmalte es muy fácil pero lleva un poco más de tiempo que retirar un esmalte normal, seguramente volveré a Vanitas Espai para que Hanna me pueda ayudar y, quizás, volver a poner uno de los otros 36 colores que me quedan por probar