Shelley Duvall. Una rara belleza

Publicado el 03 marzo 2010 por Cinehólico

Esta actriz ha estado en momentos importantes de mi relación con el cine. En el año 1979 vi en la magnífica sala que fue la del Museo Moderno de Bogotá, atiborrada de gente y sentado en las escaleras una película de Robert Altman al que empezaba a descubrir titulada '3 Mujeres', en ella Shelley Duvall componía a una mujer absolutamente patética que se consideraba mucho más de lo que podía siquiera en una dosis mínima llegar a ser. Una enfermera a la que siempre se le quedaba el vestido por fuera de la puerta del carro y que pretendía destruir a una 'inocente' joven que poco a poco se transformaba en una mostruosa y peligrosa rival (una Sissy Spacek jovensísima y talentosísima).
La historia de tres mujeres que giraban en torno a un hombre de lo más anodino es un viaje a la mente femenina en el que la esposa (Janice Rule), la amante (Shelley Duvall) y la nueva adquisición (Sissy Spacek) juegan un juego peligroso en el que el macho es sacrificado.
El Maestro Altman nos sirve en un plato plagado de cotidianidad el peso de las obsesiones y el deseo incomprendido del alma femenina, para arrastrarnos con cierto sadismo al mundo incontrolable de las pasiones.
Allí estaba esta extraña belleza de ojos saltones y dientes descomunales dando lo mejor para quedarse con la Palma de Oro a la mejor actriz en el Festival de Cine de Cannes de 1977.
Su cara y expresión que sugiere una fragilidad infinita le dio el boleto para ser la esposa atribulada con la locura asesina de su esposo en la magnífica adaptación que hace otro maestro, Stanley Kubrick, de una de las novelas de terror de Stephen King llamada 'El Resplandor' (1980).
Aquí la Duvall sostiene un mano a mano actoral con el psicótico Jack Torrance interpretado por un actor que exuda locura: Jack Nicholson. Los tres con el hijo caen lentamente en el terrorífico mundo de los muertos sedientos de vida. la Duvall grita sin cesar y sus dientes y ojos parecen salirse completamente de la pantalla mientras sabe que nadie los escuchará en la inmensidad de un lejano hotel enclavado en medio de la nieve y el tiempo inclemente.
Estuvo a las órdenes de Robert Altman en varias ocasiones: en 'Nashville' (1975) hizo parte de esta pelicula coral sobre la musica country; fue Oliva la novia de Popeye, (otra no podía encarnar a esta rara y esbelta belleza) en la versión que realizó con Robin Williams en el papel del marinero come espinacas; también fue dirigida por la australiana Jane Campion en 'El retrato de una dama' (1996) sobre una novela Henry James actuando con Nicole Kidman.