Desde Mar del Tuyú
La oferta cinematográfica no es demasiado extensa por estos pagos y decidí intentar con algo de acción.
Sherlock Holmes es, en esta versión, un héroe intelectual con vestigios de enfant terrible y poeta maldito que busca acallar la voz de una inteligencia que, por momentos, lo atormenta. El personaje se aleja de la imagen pulcra que se solía ver en las pantallas para acercarse a la del original: alguien que con una mirada puede ver con detalle los secretos que oculta cada persona, debe ser socialmente incorrecto, aunque más no sea como una forma de acercarse a la verdad de su propia condición humana.
Como película no es gran cosa: la acción se desarrolla a un ritmo vertiginoso, está repleta de chistes con sabor a sitcom y es un intento de Indiana Jones versión europea que se salva por la belleza de las imágenes de una Londres oscura, sucia e industrial.
Según mi punto de vista es recomendable para quienes sean capaces de tener entre 10 y 14 años (aunque su documento de identidad diga otra cosa) aunque seguramente mis compañeros de función piensen distinto, ya que el público explotó en un aplauso sobre el final.
Director: Guy RitchieElenco: Robert Downey Jr., Jude Law, Rachel McAdams y otros.
Reseña del espacio:
No digo que todo pasado sea mejor, pero el Yanel me recordó la felicidad de ir al cine. Hace años que me congelo en cada película que veo (sea invierno o verano), que sufro un sonido exageradamente alto (aparentemente el sonido digital debe usarse a niveles que perforen los tímpanos) y las decoraciones de estrellas hechas de alfombra y luces con estilo barroco me lastiman los ojos.
El Yanel tiene ventiladores, sonido estéreo, butacas y pesados cortinados de pana roja. Vale la pena ir aunque más no sea para recordar la propia infancia cinéfila abrazando un programa con publicidades locales.