Sherlock, sigue siendo un excéntrico y maniático, y Watson, su Pepito Grillo personal. Esta vez, se enfrentan al archie enemigo de las novelas de Holmes: Moriarty. Deben detener los planes de este psicópata para poder salvar al mundo.
En definitiva, la película, pasa de ser del genero de detectives e investigación, al genero de aventuras. Cosa que no ha salido mal, pues consigue lo que pretende, un buen rato de diversión.