Tras lo sucedido en la primera parte, Watson sigue con sus planes de boda mientras Holmes empieza a investigar todo lo que piensa que implica a Moriarty, un aparente inofensivo profesor de universidad. Sin embargo poco a poco empieza a desvelar una conspiración que puede que llegue a provocar una nueva Guerra Mundial.
Aunque en un principio no queda muy claro por donde van los tiros de la trama, según va avanzando la historia te metes más y más en la película y en la acción hasta llegar al inminente y espectacular final.
Con su característica firma a la hora de rodar alternando escenas en camara lenta con violentos acercamientos y alejamientos de cámara, humor negro a borbotenes, su música alborotadora violinesca y sus personajes histriónicos (sólo faltaba Brad Pitt haciendo de gitano) tenemos una pelicula Ritchiliana a más no poder. Si además le ponemos escenas memorables como la de los protas atravesando el bosque huyendo de los disparos de los malos tenemos una película que aunque no llega a tener tantos acertijos como la primera, entretiene lo mismo o incluso más.
Y gran final, por cierto.
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