Short Night of Glass Dolls: Un giallo kafkiano.

Publicado el 27 mayo 2010 por Fantomas
“La corta notte delle bambole di vetro” (1971), es un giallo del director Aldo Lado, el cual está protagonizado por Jean Sorel, Ingrid Thulin y Barbara Bach.
En la Praga comunista, un periodista extranjero llamado Gregory Moore (Jean Sorel) despierta en estado catatónico. Imposibilitado de hablar o moverse, desesperadamente intenta recordar que fue lo que le sucedió antes de que le practiquen la autopsia.

El caso de un juez italiano que fue “enterrado vivo” en Sicilia y la invasión soviética de la Praga comunista, sirvieron de inspiración para el debut como director del italiano Aldo Lado. Aprovechando que el giallo estaba en su peak a principios de los setenta y que muchos directores comenzaban a dibujar un cierto cambio de enfoque del género, Lado junto al guionista Ernesto Gastaldi desarrollaron un guión que tomaba ventaja de esta nueva tendencia y exploraba territorios distintos a los delimitados por Dario Argento y su “The Bird With the Crystal Plumage” (1970). La cinta originalmente se titulaba “Malastrana”, en referencia al distintivo distrito de Praga en donde transcurre la historia. Sin embargo, el título fue desechado por ser considerado como “demasiado esotérico”. Sería entonces cuando a Lado se le ocurriría el título “Short Night of the Butterflies”, el cual no sólo seguía la tendencia impuesta por Argento la cual indicaba la inclusión de un animal en el título, sino que también hacía referencia a una metáfora que es parte importante de la trama. Finalmente este título sería cambiado a “Short Night of Glass Dolls” para evitar cualquier tipo de confusión con el giallo de Duccio Tessari, “The Bloodstained Butterfly” (1971).
Como se indica en la sinopsis, la historia transcurre en la Praga comunista donde Gregory Moore, un periodista norteamericano, es encontrado aparentemente muerto entre los arbustos de una plaza. Poco después de ser encontrado, Moore despierta sólo para descubrir que está en estado catatónico. Intentando descubrir que le ha sucedido, comienza a recordar los acontecimientos previos a su actual situación. Gracias a sus recuerdos, los cuales se encuentran quebrados en múltiples fragmentos, nos enteramos que su novia checa llamada Mira Svoboda (Barbara Bach), desaparece una noche sin explicación luego de que Moore recibe una llamada anónima indicándole un supuesto asesinato. Al ver la pasividad con la que la policía toma el caso, Moore comienza a investigar por su cuenta lo que lo llevará a sumergirse en un submundo sórdido donde los fisgones no son bien recibidos. Paralelamente, como el cuerpo de Moore no presenta signos de rigor mortis, un amigo doctor hace todo lo posible por revivirlo antes de que este sea sometido a una autopsia.

Aunque “Short Night of Glass Dolls” no es el típico giallo donde nos encontramos con un asesino enguantado y afectado por un trauma infantil, si mantiene algunas de las constantes del género como la investigación llevada a cabo por un civil, la reconstrucción de los hechos por medio de crípticos flashbacks, y la utilización de escenarios atmosféricos y visualmente atrayentes. Lo que Lado pretende con este film es mezclar una serie de elementos de diversos géneros y presentarlos dentro del esquema de giallo. Por ejemplo, la utilización de narradores muertos o moribundos era un mecanismo utilizado frecuentemente en el film noir (“Double Indemnity” y “DOA”). Al mismo tiempo, el director utiliza algunos elementos que acercan la historia al thriller de espías e incluso al terror esotérico, lo que provoca que las interrogantes que plantea la cinta no sean las típicas del giallo; ¿Quién es el asesino y por qué lo hace?, son sustituidas por ¿Cómo el protagonista ha llegado a ese estado? y ¿Logrará “despertar” a tiempo antes de que le sea realizada la autopsia? Esto conlleva a que en cierto sentido, el destino del personaje interpretado por Barbara Bach se convierta en aquello que Alfred Hitchcock llamaba McGuffin.
La cinta también funciona como una alegoría de la naturaleza destructiva de los gobiernos totalitarios, como el que estaba en el poder en la entonces Checoslovaquia. Tanto el protagonista como su novia son presentados como personajes desechables que se encuentran al servicio de los miembros elitistas de la sociedad, quienes no tienen inconveniente alguno en destruir a las generaciones más jóvenes con tal de no perder su poder. En general, las generaciones más adultas son retratadas de forma siniestra en la cinta. Dentro de esta misma idea se enmarca el tema de las mariposas, el cual recorre toda historia. Es la belleza de Mira Svoboda la que ha provocado su desaparición, lo que le ha impedido desplegar sus alas para escapar junto a su amado de la entonces convulsionada Praga. El film se encuentra plagado de simbolismos y escenas netamente alucinógenas, las cuales ayudan a construir la atmósfera onírica que domina la historia (coincidentemente, el protagonista en varias ocasiones expresa creer estar atrapado en una pesadilla de la que no puede despertar).

Las actuaciones en general son correctas, en especial la de Jean Sorel, quien logra transmitirle al espectador la frustración y el desconcierto de su personaje tanto cuando se ve atrapado en un cuerpo inerte, como cuando lleva a cabo su investigación. Ingrid Thulin también realiza un buen trabajo interpretando a la ex-novia del protagonista, cuyos celos desmedidos provocan que las sospechas del espectador recaigan inevitablemente sobre ella. Por otro lado, el trabajo de fotografía de Giuseppe Ruzzolini es uno de los puntos altos de la cinta ya que convierte cada rincón de la hermosa ciudad de Praga en escenarios inquietantes y plagados de misterio. Los escenarios estilizados y visualmente atrayentes son una constante del género que se encuentra presente en toda su majestad en esta película. El film además cuenta con una atmosférica banda sonora compuesta por Ennio Morricone, quien como de costumbre realiza una estupenda labor. Algo que llama la atención es casi nula presencia de estilizados asesinatos, característica bastante común en el giallo. La violencia explícita es reemplazada por el terror psicológico que recorre todo el film hasta su desenlace.
“Short Night of Glass Dolls” representa un viaje simbólico que toma especial importancia si se considera el clima político de la época. Más allá de esto, Aldo Lado nos ofrece un film intrigante y plagado de suspenso que se escapa de los cánones habituales del giallo, mostrándose como una interesante aproximación al género. Lo que es tal vez más interesante, es que la historia se presenta correctamente escrita, evadiendo todo tipo de agujeros en el guión que son tan habituales en el giallo. Además el director mantiene un ritmo narrativo más que adecuado que evita que el relato ser torne tedioso. Debido a todas las características citadas en el presente artículo me atrevo a decir que “Short Night of Glass Dolls” es uno de los mejores giallos existentes. Aún cuando al espectador se le revelan algunos de los misterios alrededor de la mitad de la historia, esta es lo suficientemente interesante como para captar su atención durante todo el transcurso del film. En definitiva, incluso para aquellos que no miran con muy buenos ojos el género del giallo, esta es sin duda una cinta recomendable.

*Advertencia: El trailer puede contener múltiples spoilers.

por Fantomas.