Autor: Karen Aguilar
Portada: Ernesto Treviño
Publicado en: Octubre 2016
Muchos admiran a los superhéroes como auténticos ídolos. Con esos fabulosos poderes, muy pocos imaginan que se enfrentan a las mismas inseguridades y dilemas que todos nosotros. Y más cuando, al fin y al cabo, no eres más que una adolescente...
En una noche tranquila, en Blue Valley, Nebraska. Una noche de viernes.
Una adolescente está terminando de dejar a su hermana menor de un año arropada en su cama. Le da un beso de despedida y le desea las buenas noches con una voz dulce y tan suave, que la niñita permanece durmiendo apaciblemente.
La joven se encamina hacia su recamara Recién ha terminado su tarea. Ha tenido un día muy agitado entre la escuela, sus tareas, y sus actividades extracurriculares en shorts. Especialmente sobre la escuela. Su mejor amiga se mudó hoy de casa, por lo tanto también de escuela. Y por si fuera poco, sus sentimientos hacia cierto chico la han deprimido un poco. No es correspondida.
Sabe que no podrá dormir en unas cuantas horas mientras enciende las luces. Sus padres salieron a visitar a una tía lejana sólo por un día, junto con su hermano. Toma asiento en su escritorio y tras un minuto inmóvil y con la mirada fija a la pared, lanza un suspiro.
Ocurre que la mente adolescente es demasiado rápida, que en un par de segundos, antes de un suspiro, llegan demasiados pensamientos a la cabeza. En Courtney por ejemplo, recuerda que hace tres meses sus mejores amigos se han ido. Maria Krammer y Joshua Hamman, ambos fueron amigos escolares muy allegados a ella, cuando recién se mudo a Nebraska.
Maria se gano tal confianza, que Courtney le revelo ser Stargirl, guardando su secreto como un tesoro. Mientras que Joshua compartió con ella un breve romance, pero no pudo trascender una vez que sus actividades como estudiante de honor y Stargirl la absorbieron demasiado.
Los padres de ambos trabajaban para la misma compañía, y para no ser asediados por el recorte de personal, ambas cabezas del hogar se dispusieron a mudarse de ciudad, donde una cede de su compañía los recibiría con los brazos abiertos.
Ella cierra los ojos por un instante y los abre con una idea en mente. Toma de un cajón de su escritorio una libreta muy bien decorada con estrellas y uno bolígrafo con tinta azul, a ella le encanta el azul sobre el papel blanco. Es la primera vez que escribirá sobre esa libreta que decoró hace meses. Ella lo usaría para redactar sus aventuras como heroína, como una especie de autobiografía. Sin embargo, se ha decidido a darle el uso de diario personal en ese instante. Necesita desahogarse e inicia a escribir.
Hola. Mi nombre es Courtney Whitmore. Soy una de los miembros más jóvenes de la Sociedad de la Justicia. Soy Stargirl.
¿Debería de comenzar diciendo “querido diario”? No lo sé, ni me interesa lo suficiente.
He pasado por situaciones interesantes usando mi uniforme con shorts y una ombliguera azul, con un cinturón y un bastón cósmico. El cinturón amplifica un poco mi fuerza, agilidad y mi resistencia, mientras que el bastón me permite volar, levantar objetos pesados, crear campos de fuerza y de calor, entre varias cosillas más (no me pregunten como funcionan, yo no invente estos aparatos).
Pero como una chica normal, también vivo situaciones demasiado complicadas para mí. La escuela es fácil si le dedicas el tiempo necesario. Eso implica no bailes, no citas y no fiestas. Adelanto tareas entre clases para poder salir a golpear villanos antes de pasar un tiempo con mis amigos y mi familia. Todo esto lo he podido controlar porque es sencillo manejar hasta ahora.
Sólo quisiera que algunos asuntos fueran más fáciles de manejar. Como lo que sucedió hoy en la mañana. Entre mi mejor amiga y mi mejor amigo. ¡UNA FATALIDAD TOTAL!
Y pensar que inició cuando se nos hacia tarde para llegar a la escuela.
Ella sigue escribiendo y recuerda cada detalle, cada emoción de su vida en este día. Su mente es fresca y lucida para ello. Continúa escribiendo sin pausas y recuerda como inicia todo. De vez en cuando, entre líneas, ella subraya algunas palabras para hacer énfasis. Lo hace en sus apuntes y tareas. ¿Por qué no hacerlo en su diario personal?
-Vamos, Vero. Se nos hace tarde. ¿Qué anduviste haciendo tanto tiempo para que salieras con 10 minutos de retraso?
-¡Ay, Court! Es mi último día en esta escuela, en esta ciudad, en este país. Quizás quería lucir linda para alguien esta mañana.
-¿De verdad? –preguntó Courtney muy interesada en su amiga Veronica. Pues ella nunca menciono que le gustara algún chico –. Anda, dime, ¿de quién se trata?
-Lo siento, no puedo decírtelo.
-¿Es alguien que conozco?
-Sip, lo conoces muy bien. –y con el afán de cambiar de tema, Veronica agregó –. Corre, tenemos que llegar temprano a la clase de física.
-No puedo creer esto…
-¿Qué cosa? ¿Qué por tercera vez en el mes lleguemos tarde a la clase del profesor Rupert?
-No, Vero. Que dentro de tiempo, estés en el otro lado del mundo.
-Créeme, recientemente no me puedo creer que algunas cosas sucedan repentinamente.
Veronica es mi mejor amiga. Ella junto a Warren se convirtieron en mis amigos hace tres meses. Demasiado rápido que me asustó. Recuerdo que pensé que le caía mal a Warren, pero no fue así, vino y me consoló cuando me vio llorando la partida de Maria y Joshua. Veronica nos comenzó a seguir luego de que formamos un trío para química. Él es tan apuesto. Siempre lo noté, pero creí que siempre estaría fuera de mi círculo social. Hasta ese momento en el que se me acerco.
-¡Buenos días! Llegan justo a tiempo, señoritas Whitmore y Browning. Tomen sus asientos.
El profesor Rupert era un hombre apasionado en su materia, el problema era que frecuentemente no podía ser creativo para ser entretenido e informativo. En ocasiones agobiantes, trataba de hacerse el gracioso al contar chistes relacionados con la física. Mientras su profesor trataba de hacer reír a su audiencia, Court volteó hacia atrás disimuladamente para saludar a Warren, él gentilmente respondió el saludo.
Casi al terminar la clase, un avión de papel surco el espacio hacia Veronica. Nuestra protagonista de esta historia notó eso, no le dio tanta importancia, quizás era una despedida escrita de Warren hacia su amiga, antes de irse a Inglaterra.
El letrero decía lo siguiente: “Te extrañaré más que a una amiga. Si pudiera, me iría contigo, lo sabes. Warren.”
Inevitablemente mi amiga sonrió. Tuvo que ocultarse tras un libro para que el profesor no viese su rostro sonriente. En ese momento sólo pude leer la firma de él.
Fue hasta que cuando comenzamos a guardar nuestras cosas, cuando ese papelito cayó al suelo y se deslizó ante mis pies. Ella no se percato de eso, así que yo me agache para recogerlo y devolvérselo. Y fue mucho más inevitable leerlo por completo cuando leí “más que una amiga”. Leí por completo el mensaje, lo coloque en el pupitre de Veronica y no supo que decirme. Supo que leí lo que decía y sólo pudo guardar silencio. Yo haría lo mismo en su lugar. Supongo que sí.
Ella me escribió en otro papelito, muy pequeño y con muchos dobleces que si podíamos platicar saliendo de la clase. Yo asentí con mi cabeza, con una sonrisa un poco forzada. Se me cerró el mundo por un instante. No sabía que pensar, así que me enfoque en la clase.
La clase terminó con un profesor contando un chiste sobre la caída libre. Inesperadamente, la clase se rió en coro. Fue agradable para él. Courtney se reiría ante ese chiste, pero no lo hizo. Y Veronica se dio cuente. Todos salieron hacia sus casilleros. Y es ahí donde ambas hablaron sobre el asunto.
-Court, escucha. Sé que tú primero le empezaste a hablar a Warren. Y que te ha agradado desde hace mucho –. Ella jugaba nerviosamente con su colguije en el cuello, hablaba de una manera tan sincera, lo cual fue respuesta también de Courtney. – Tú tomaste la valentía de hablarle una vez que se te acercó, yo… no fui tan valiente. Lo ignoré bastante hasta que trabajamos juntos en química hace meses. ¿Lo recuerdas?
-Sí, Vero. Lo recuerdo.
-… Verás. Él al parecer ha estado enamorado de mí desde el primer día. Nunca me lo dijo por temor. Hasta la semana pasada, cuando supieron que me iría a mi tierra natal. Se me acerco y me dijo lo que sentía por mí. No pudimos establecer un noviazgo, pues no tiene caso. Y pues no nos hemos besado, porque sería mucho más…
-Lo sé. Sería más difícil la despedida. No te preocupes, amiga. Sigues siendo eso, mi amiga. Y lo seguirás siendo. Pese a que se haya fijado él en ti.
-Gracias por entender, Court.
Mientras Vero expresaba su gratitud, la noble y leal Courtney le dio un fuerte abrazo a su amiga. –Te extrañare a horrores, amiga. Y sobre él, después de todo tienes mucha competencia con Stargirl.
-Jeje. Sí, ¿verdad?
¿Lo cómico en esto? Es que Warren nos ha confesado su afición hacia Stargirl. Ni Vero ni él saben que ella soy yo. Es muy triste saber que la persona de la que estás enamorado se expresa así de una súper heroína, la cual resulta que soy yo.
Sé lo que están pensando. ¿Por qué no decirle a Warren que soy Stargirl? La respuesta es aterradora. Está enamorado de ella y no de Courtney Whitmore. Yo prefiero enamorarlo siendo como soy, que usando la máscara. Creo que sí le digo quien soy en realidad (o mejor dicho, quien es Stargirl en realidad), estaría haciendo trampa.
Jade está al tanto de esto. Me dijo que estaba haciendo lo correcto. Yo me digo a mí misma exactamente lo mismo cuando él habla babeando de Stargirl. ¡Es tan frustrante!
Horas después. Las clases terminaron. Vero se despidió únicamente de los profesores, del director y de las señoritas del comedor. Eran muy pocos de sus compañeros con los que se despidió formal y afectuosamente. Sólo dos amigos, que la acompañarían hasta su hogar. Y de ahí al aeropuerto.
Una vez en este último lugar. Los señores Browning estaban consiguiendo los boletos que habían apartado con anticipación. Por lo que los tres chicos estaban charlando plácidamente a solas. Sin la mirada protectora del señor Browing.
-No sabes lo mucho que te extrañaré, Vero. No puedo creer que otra buena amistad se mude lejos. –Ella lo dijo con un tono nostálgico, tenía ganas de llorar al recordar a Maria y a Joshua. Tenía ganas de llorar cuando en ese instante, recordó también al Capitán Marvel. Y al tener de cerca de Veronica por última vez, las ganas de caer en llanto aumentaron.
Lo contuvo. Previamente Vero le dijo que tratara de no llorar. Porque si una lo hace, la otra lo hará. Que era mejor tener y atesorar el momento con una sonrisa. Ambas pensaban igual. Sólo que para la chica heroína de Blue Valley, estaban siendo demasiados sentimientos encontrados.
-Ni yo, Court. Aún no lo creo. Ni siquiera que aun estés a mi lado tras el incidente de hace rato. Vamos, alégrate, Warren y tú se quedarán juntos – ella guiñó el ojo.
Vaya. Claro que sé que me quedaré con él aun en la misma escuela. Y aprecio el intento de consolarme de Vero. Estoy muy convencida de que no fue su intensión. Una no decide en la mayoría de los casos de quien enamorarse, mucho menos una elije una a quien enamorar. Como Stargirl, no quise enamorar a Warren…
-Oh, Vero. Mi Vero –. Warren dijo al mismo tiempo la sostenía en sus brazos. De una manera tan cariñosa. Y suspiro.
Veronica también lo abrazo, con el mismo cariño con el que abrazo a Courtney. –Yo también te extrañaré, más ahora que sabemos lo que sabemos el uno al otro –dijo –. Y es que si nos a sinceramos más, lo haremos mucho más difícil.
Vi como ella no quería causar ningún tipo de daño. Ni a ella misma, ni siquiera a mí, siendo su amiga y sabiendo lo que sentí por Warren. Tampoco quiso lastimar más con su partida a él. Vi más lucidamente porque se convirtió en mi amiga. No buscó interferir entre él y yo, porque sabía lo que pasa cuando veo a Warren.
Y nunca me lo confesó, porque temía se rompiera nuestra amistad. Por ello nunca se lo dijo a él tampoco. Que curioso, pero. Y ahora el último día junto a los dos, muchas cosas salieron a luz. Ella se fue y dio media vuelta.
Se alejó y luego de varios pasos, volteo hacia atrás y se despidió con una última mirada. Y una vez volvió su mirada al frente…
-Ay, Warrren.
-Lo siento, pero no podía dejarte sin darte un beso en los labios.
Warren corrió hacia ella pidiendo aguardará un minuto. Y sin previo aviso, él la beso como de alguna manera, ambos habían querido hacer desde hace tiempo. Como desde hace tiempo Courtney quería hacerlo con Warren.
Veronica se disculpo de mí. Luego de aquel beso, me sentí incomoda, ella lo notó y corrió después hacia mí para darme un último abrazo. Cuando nos tuvimos entrelazadas por nuestros brazos, ella me dijo que lo sentía. A lo que yo le dije que no se preocupara. No es culpa de nadie.
Él lo hizo sin pedírselo, él no sabe lo que siento hacia su persona. Ella no pidió aquel beso, pero si me pidió disculpas. Cosa que no le pedí. Nadie tiene la culpa.
De nuevo corrió. Pues sus padres ya la habían llamado. Volvió a abrazar al Warren diciéndole que me cuidara mucho. Él dijo que lo hará. Tan bien como ha cuidado de ambas en estos meses.
-Vamos, Court. Se supone que debo estar limpiando el tejado de mi casa.
-Claro, vamos. Yo…
-¿Estás bien? Tu semblante cambió.
-Sí, estoy bien, sólo que la extrañaré bastante. Es todo.
-Yo también lo hare. Por lo que acabas de ver, la extrañare tanto. Me lamento no haber podido disfrutarla como más que una amiga. Pero bueno.
El regreso a casa fue muy largo para mí. Aunque fueron 45 minutos los que tardamos en volver. Tomamos el autobús y nos sentamos lado a lado. Él se durmió y repentinamente recostó su cabeza sobre mi hombro derecho.
Yo, viendo sobre la ventana, no sabía si alegrarme o no. Lo que es seguro es que me sonrojé un poco cuando sucedió esto. Bueno, bueno. Está bien, me sonroje bastante.
Pero aunque mis mejillas me delatarán frente a una señora que me sonrió cuando buscaba que asiento le convenía más, yo me sentí incomoda con lo que pasó en el aeropuerto. Tratar de sonreír cuando por dentro todo esta nublado. Fingir que no pasa nada por dentro. Apuesto a que a Wonder Woman no le pasa esto.
Cuando ambos estaban a punto de llegar a su paradero, ella lo despertó desordenando sus cabellos. A lo que él se despertó y con un bostezo, pregunto si ya habían llegado.
-Sí, vamos, antes de que se ponga en marcha de nuevo el autobús.
-Oh, amiga. ¡Estaba soñando algo muy extraño!
-¿Qué? ¿Qué fue?
Ya los dos estaban completamente fuera del transporte. Camianron y el chico prosiguió con su dialogo.
- ¡Soñé que Veronica era Stargirl!
-… ¿Qué? ¡Eso sí que es una locura! Yo…
-Lo sé. Lo sé. ¡Calma! Veronica no es rubia. Tiene el pelo negro. Y Stargirl lo tiene más como tu tipo. Sólo que un poco más lindo que el tuyo.
Ambos doblaron en una esquina. El sol brillaba mostrando síntomas de que ya se aproximaba el anochecer.
-¿Cómo dices? Assshhh.
-Jejeje.
A veces no creo que suceda algo entre nosotros. Sólo una amistad y ya. Nos despedimos y cada quien regreso a su hogar.
-¡Hola! ¿Qué tal te fue en la escuela hoy, Courtney? –Dijo Pat Dugan mientras estaba colocándose una corbata negra. Interesado en el día de su hija en la escuela. – ¿Le mandaste nuestros buenos deseos a Veronica?
-Claro, Pat. No podría ser de otra manera.
De la cocina, salió su madre, la señora Barbara Whitmore de Dougan. Alegre de ver a su hija, como siempre.
-Hola, niña. Siéntate, vamos a comer dentro de unos minutos antes de irnos.
-Claro, má.
-Mike, baja. La cena ya esta servida. –Grito colocando a su hija menor en su silla especial para comer.
En un momento a otro, todos ya estaban comiendo.
Mamá hizo crema de elote. Y de plato fuerte un pollo con ensalada de papa. Sé que ellos se interesan por mí. Me vieron cabizbaja. Me pregunto que si seguía triste por Vero y su partida. Le respondí que sí, pero que se me pasara para mañana. Y repentinamente, Mike se entrometió de la peor manera.
-Seguro es porque aun no tiene novio. Jeje.
-Vamos, Mike, no molestes a tu hermana. No estoy diciendo que estés en edad para un noviazgo, jovencito, pero si sigues con esa actitud, nunca tendrás una novia hasta los 40 años –. Se acerco el tazón con la ensalada de papa –. Discúlpate con ella.
-¿De verdad necesito hacerlo?
-Ya sabes lo que dicen, Mike –dijo la señora Barbara acercándole la cuchara a su hijita —. Si no vas a decir nada cortés…
-… Mejor ni digas nada. –Barbara y Mike terminaron la frase juntos.
No tenía tanta hambre. Eso pasa cuando te deprimes, se va el apetito, sin importar lo mucho que te agrade algún platillo. Así que le pedí a mamá que me sirviera poco. Por lo que fui la primera en terminar de comer.
Cerca de las cuatro de la tarde. Me reporte a la acción. En el canal 13, un guapo reportero estaba transmitiendo imágenes de un tipo en armadura haciendo estragos. Resulta que un hombre con armadura haciéndose llamar Alta Tensión andaba causando estragos cerca de los límites de Nebraska. No lo conozco, parece ser nuevo.
-Tengo que hacer algo. Este tipo puede ser peligroso para alguien allá.
-Muy bien, Court, pero ten cuidado. Te acompañaría con S.T.R.I.P.E., pero sabes que andamos cortos de tiempo preparándonos y eso.
-Hey. Momento. ¿No vas a ir con ella? –La señora Whitmore argumento para ello.
-Amor, ya lo habíamos hablado. Ella ya tiene la experiencia para hacer esto sola.
-Sí, má. Tú ya lo has visto.
-Mmmmmmm. Bueno, pero tienes que estar aquí antes de las seis para cuidar a tu hermanita.
-Claro. Cuenta con ello.
La joven chica ya se había subido a su habitación. Y la charla continuo entre ambas figuras paternas.
-Vamos, Barbara. No me mires así. Recuerda que cree la armadura de S.T.R.I.P..E para protegerla cuando no estaba dispuesta de que corriera en mallas suelta por toda la ciudad. Así podía controlarla y guiarla. Y su experiencia con la Sociedad de la Justicia respalda que ya no me necesita tras de ella. No al menos como antes.
-Lo sé. Es sólo que me niego a creer que crece tan rápido.
Tomé mi bastón cósmico, lo descomprimí y fui a mi recamará a colocarme el uniforme. Me despedí de ellos antes de salir volando a toda velocidad. Seguía frustrada, pero necesitaba despejarme un rato.
El viento chocaba con mi rostro. Los pensamientos de Warren quedaron atrás. Y desee de nuevo que le fuera muy bien a Vero en su nueva escuela. Acelere la velocidad dejando una estela dorada tras de mí. Alcance a una parvada de aves. Fue inevitable sonreír y disfrutar haciendo piruetas en el cielo.
Me acercaba al lugar de los hechos. Como veinte minutos de vuelo para poder llegar hasta allí. No fue difícil ubicarlo. Las sirenas policiacas me avisaban que estaba cerca. Aterrizo cerca de un comandante de policía.
-Hola. Vi esto en las noticias. ¿Qué se supone que quiere este tipo?
El comandante volteo y se alegro.
-¡Genial! Hasta que se deciden a aparecer las capas. Verás, Stargirl. Este hombre era un empleado de S.T.A.R. Labs., quien trabajó inventando un exotraje que permitiría arreglar problemas eléctricos en las ciudades sin necesidad de apagar la energía. Pero el tipo fue despedido por querer probar su invento por su propia cuenta. Aun existía el riesgo de que el portador muriera.
-Oh, ya veo. No se ve tan paciente que digamos.
-No. Y ha estado absorbiendo electricidad de los cables, se ha hecho imparable para nosotros, la gente normal. Que bueno que la Sociedad de la Justicia ya está aquí.
-Estemmm. Sólo vengo yo, pero puedo detenerlo. No creo que sea tan rudo como otros que he combatido.
Ella emprendió el vuelo hacia el hombre armado.
-¡Hey, espera! No creo que sea prudente que hagas eso. ¡Eres sólo una niña como mi hija! Caray, espero que sepas lo que estás haciendo, Stargirl. –Dijo este hombre, preocupado por la seguridad de la joven heroína.
Él se decepciono saber que no vine con la Sociedad. Pero bueno, ellos sabían que hoy no estaría disponible. Por lo que sí decidí salir a salvar el día, pero en breve. Antes de las seis. Ignore los gestos del comandante y prepare un aura como campo de fuerza sobre mi cuerpo.
-¡Oye! Tú, el hombre enlatado. ¡Será mejor que te rindas y acabes con este lío!
Cuando ella alzó la voz, su adversario próximo volteo la mirada hacia ella. Su armadura estaba pintada de un púrpura extraño y brillante. Un hombre dentro de un traje de más de dos metros era quien estaba siendo retado por una adolescente de 18 años.
-¿Y tú me detendrás, niña? No me imagino cayendo ante ti.
Aquella armadura tenía una pechera gruesa, unas botas tremendas, junto con unas protecciones que cubrían los muslos. Sobre su espalda portaba una especie de capsula rectangular. No tan grande, pero sí muy vistosa. Sobre sus hombros, un casco con un cristal polarizado que no mostraba el rostro. Todo su cuerpo estaba muy bien protegido y aislado de los niveles de electricidad que podría llegar a manejar.
Él y ella se quedaron unos breves segundos uno frente a otro. Stargirl tan minúscula se sintió ante este tipo.
Sí algo he aprendido, es que el tamaño no importa tanto.
-No sabes lo que soy capaz de hacer con esta vara.
Ella lanzó un disparo hacia su pecho, pero no lo movió ni un poco. Stargirl le disparo con gran poder, pensando que sería suficiente para derribarlo, pero no fue así. En cambió, Alta Tensión le propició un gran golpe que la empujo hacia un aparador de ropa.
-No me hagas perder el tiempo. No creo que ni el Linterna Verde anciano me pueda detener. Será mejor que no te levantes, no quiero hacer daño a una niña. –Su voz no era la de un hombre. Su armadura gruesa hablaba por él mediante unas bocinas. Teniendo un tono de voz robotica distorsionada.
Stargirl se reincorporó de nuevo. Mientras el malvado seguía su camino.
-Soy Alta Tensión. Y el poder de la planta eléctrica me dará el poder que necesito para poner a todos de rodillas en S.T.A.R. Labs. –Coloco sus manos hacia el concreto y saco unos anchos cables eléctricos, con los cuales ganó más poder.
Lo que necesitaba. Sentirme humillada ahora. Una dama me ayudó a levantarme. Le dije que estaba bien y que lamento haber caído dentro de su tienda como un ladrillo humano sobre los ventanales.
Luego salí volando y volé a toda velocidad para tumbarlo estrellándole mis piernas contra su nuca. Sabía que no lo tumbaría, pero si lo lastime. El cinturón me da más fuerza y resistencia. No como la de Power Girl, pero sí que me ayuda a soportar golpes.
Él volteó hacia mí, me disparo un rayo amarillo de electricidad, tan ancho como un poste. Logré evitarlo con facilidad. No es tan rápido reaccionando, lo cual es un punto más para mi favor.
Disparó contra el suelo y grandes trozos de concreto salieron del suelo. Él tomó el más grande que vio y lo lanzo contra mí. No es rápido reaccionando, pero si atacando.
No podré evitarlo por siempre. Ya esta enojado. Se dispone a disparar de nuevo. Yo hice un escudo para bloquear su golpe. Apenas y lo sentí.
-Hunff! –Exclamó ella apretando la mandíbula. Algunos rayos eléctricos la rodearon, levantando un poco su cabello, pues estos casi, literalmente, se ponían de punta por la fuerte estática.
Está bien. Mentí un poco. Sí sentí ese impacto eléctrico recorriendo todo mi cuerpo. Me concentre más para reforzar mi escudo. Y sentí como él aumentaba la potencia e intensidad de descarga.
-¿Otro escudo? Eso no te salvará mucho tiempo de quedar rostizada.
-¡Maldición! Pierde su escudo –. El comandante de policía dio una orden –. ¡Vamos! ¡Dispárenle a ese demente para ayudar a la chica!
-¡Aaagh! –Su escudo se cuarteo poco a poco. Hasta quedar echo trizas. Y rápidamente, activo su aura corporal para ayudarla.
Los policías me ayudaron en distraerlo. No fue mucho, pero sí me ayudo a darle una buena paliza.
Bueno, tal vez no pensé muy bien las cosas. Pero no permitiré que este payaso me haga sentir más ridícula con el día que he tenido.
El desgraciado dio un ataque a los policías, así que reaccione rápido y forme un escudo lo más grueso posible para defenderlos. Eso fue con mi bastón. Y con el cinturón, lo utilice para darle una de mis “explosiones estelares”. Esto daño su traje muy superficialmente, lo cual así quise en un principio para no dañar al hombre esté. Y lo bueno fue que su atención la concentro de nuevo hacia mí.
-Tonta. ¡Estoy conectado a toda la ciudad! Tú no me… ¡Erggh!
-La energía cósmica que manejo es mucho más peligrosa que la eléctrica. –Stargirl expulso un rayo hacia las piernas del enemigo. Lo cual hizo que este cayera de rodillas. Este al instante, temiendo perder la contienda, empuño ambas manos hacia Stargirl y disparo de un conducto de su muñeca una terrible descarga.
-Veamos, niñita boba. Sí es verdad que me detendrás.
Stargirl permaneció en silencio. Preparándose para responder el disparo eléctrico con uno cósmico.
Detesto que me digan boba. Ambos, disparos chocan entre sí. El de él es muy potente, el mío está moderado para no dañarlo. Nuestros poderes chocan. Aumenté la intensidad de mis disparos y queda tumbado, rodando por el pavimento maltrecho.
No deje que se levantará. Así que con un rayo lo levante para azotarlo de espaldas hacia el piso. Y finalmente…
-Es hora de que salgas de ahí. Elegiste un pésimo día para conquistar la ciudad.
… con un rayo de mi vara corte cuidadosamente la superficie de la armadura. De la cabeza hacia la cintura.
-¡Ahhh! No me hagas daño… lo siento, yo no quise hacerte daño en realidad.
-¡Cállate! Sé lo que estoy haciendo. Sólo te sacaré de tu traje de gala y de ahí irás a prisión.
Una vez fuera de su armadura, vi a un hombre muy debilucho. Los policías vinieron inmediatamente y lo esposaron. El comandante me agradeció por la ayuda. Yo igual hice lo mismo con él y sus hombres. Luego de preguntarle la hora, me despedí y salí volando más rápido que cuando llegue.
-Debes de estar bromeando, Stargirl. –Expreso e comandante de policías mientras se alejaba la súper heroína.
-¿Qué le dijo antes de irse, comandante? –Pregunto uno de sus hombres –. Quería pedirle su autógrafo.
-No me lo creerás, pero dijo algo que no esperaba sinceramente, Albert. Dijo que tenía que volver antes de las seis o si no su madre la castigaría toda una semana.
Mis padres ya se iban junto con mi hermano. No me gusta el término hermanastro. Me dejaron con mi hermanita para cuidarla.
Llegue a casa justo a tiempo. Antes de que mi familia se fueran a ver mi tía lejana. Me despoje de mi uniforme y volví a mis ropas de civil. Mi hermanita Patricia y yo nos despedimos de ellos tres.
Nos metimos a casa y la deje a ella en su corral, junto con todos sus juguetes. Yo no quería ver la tele, así que me puse a hacer la tarea de algebra, física, literatura y de geografía. No deje nada pendiente para el lunes en la escuela. Alan y Jay me enseñaron a ser así de responsable. ¿Ted Grant? Me enseñó a pelear. Sólo Pat me enseño a serlo bajo el disfraz.Agradezco eso de ellos cuatro.
Tantas emociones en un día. Mis antiguos amigos de la escuela que se fueron hace meses. Mi amiga que se fue hoy. Y Warren, mi amigo que no se da cuanta de lo que siento por estar hablando de Stargirl. Seguramente soy la única súper heroína a la que le ocurre esto.
Me han dado ganas de llorar desde que llego este día, pero lo he ocultado. Nadie me enseño a ser fuerte por dentro en estos casos. Tengo que serlo, debo serlo. Vamos, Courtney, no llores. Venciste a un hombre en armadura hace horas. No debes llorar.
Y además, lo que dijo Vero es cierto. Aún estoy con Warren en la misma escuela, aún somos amigos cercanos en manera literal y figurada también…
La chica tuvo sed, por lo que dejó de escribir para bajar por un vaso de agua. Entro a la cocina y se sirvió agua fresca. Cuando termino de beber, ya iba a subir a su recamara de nuevo, pero…
¡¡Ring!!
Sonó el teléfono. Ella pensaba que eran sus padres, pero no llamarían hasta mañana temprano, justo después de que ella se despertara. Entonces, ¿quién podría ser?
-¿Diga?
-Oh, hola, Court. Soy yo, Warren.
-¿Warren? ¡No esperaba tú llamada! ¿Todo bien?
-Oh, sí. ¿Qué tal te fue cuidando de tu hermanita?
-Muy bien, ella es una niña tranquila, que bueno que no salió como Mike. Jeje. –Ella jugaba con el espiral del teléfono, tan nerviosa de que llamara el chico de sus sueños. Su corazón latía tan rápido como de costumbre.
-No la desperté con mi llamada, ¿o sí?
-Nop. Estaba cerca del teléfono como para que sonara por segunda vez.
-Ah, ya veo. Que bien.
-Sí.
-¡Oye! ¿Viste las noticias hace un par de minutos?
-No, ¿qué pasó?
-¡Stargirl ayudo a detener a un tonto en alguna clase de armadura! –La alegría de Warren aumento al decir esas palabras.
-Ah, ¿sí? –Mientras que una parte de Court se entristeció.
-Sí, ella luce tan genial. Digo, no esta por encima de Veronica, pero si se ve bien. Creerás que soy como un niño enamorado de una linda actriz o artista, pero pues como amor platónico, Stargirl me fascina.
-Mmmm. Créeme que te entiendo, sé sobre eso de amores platónicos.
-¿De verdad? ¿Quién te gusta?
-El… ahmm. Adam Strange, supongo.
-Jejeje, que bien. Es tan de bien parecer, ¿eh? Bueno, amiga. Ya me tengo que ir, papá estará por usar el teléfono. Que descanses.
-Claro, amigo. Salúdame a tu padre de mi parte. Buena noche, amigo.
No podía creer lo que acababa de pasar. Colgó y subió de de nuevo a su recamara diciendo. “Adam Strange pensaría que soy una tonta.”
Colgué el teléfono y volví a mi habitación. No puedo, simplemente no puedo creer que suceda esto. No puedo evitarlo ya. No puedo fingir ser fuerte más tiempo.
Una lágrima rodo de sus mejillas. Y sin esperarlo, cuando dejó de escribir en su diario por hoy, continuó llorando. Con el optimismo de que mañana sería un mejor día de sábado, se fue a dormir.
Esto es un poco absurdo. De hecho, MUY ABSURDO. Mi alias es Stargirl. Y sin embargo, me siento como una chica sin estrella.
FIN.
SHOWCASE te permitirá jugar con personajes “cogidos” por otros autores y que tienen serie propia en Action Tales. Tan sólo tienes que seguir unas sencillas reglas:1. HISTORIAS QUE NO REQUIERAN CONTINUIDAD.: Historias icónicas, que el lector no tenga que leerse nada de antemano para entenderla. Tu historia debe de respetar la continuidad del universo DC y de Action Tales. Esto no es un “What if?” o un “Otros Mundos”, las historias deben de estar integradas en el Universo DC y deben de poder leerse por separado.2. DIFERENTES PERSONAJES EN DIFERENTES EPOCAS: Pues eso, se puede escribir historias ambientadas en cualquier época del universo DC sobre cualquier personaje o grupo (héroes, secundarios o villanos). Puedes escribir historias ambientadas en la actualidad o en la época en la que Supermán no estaba casado, Barry Allen era Flash, Batman lideraba a los Outsiders, la Liga de la Justicia tenía su base en un satélite… Tú imaginación pone el límite. Sólo recuerda, las historias deben de ser icónicas, sin continuidad por lo que recomendaría encarecidamente que no estuvieran ligadas a “eventos” concretos.3. NÚMEROS AUTOCONCLUSIVOS: Para favorecer la variedad de la serie, las historias deberán de ser autoconclusivas o como mucho, arcos arguméntales de DOS números. Si tu historia requiere más espacio, lo mejor es que le dediques una miniserie fuera de esta serie.