Hoy os traigo la segunda entrevista de las dos que os prometí. Esta vez, realizada a Gumersindo Lafuente, periodista de raza y precursor del periodismo digital hispano, que ha liderado varios proyectos online en castellano como Soitu.es y ha estado a la cabeza de la versión digital de varios medios de renombre como Elpais.com y Elmundo.es. Sin duda, un referente para aquellos nativos que casi hemos nacido con el ratón y el teclado bajo las manos. Una de las caras más visibles de la transformación de los medios tradicionales.
Espero que os guste (y muchas gracias a Sindo por su amabilidad ;)
Hace poco que ha muerto Gabriel García Márquez, referente para muchos periodistas y escritores. ¿Para usted también?
Por supuesto. Además conocer y admirar su trabajo periodísitico, colaboro muy activamente en su fundación y llegué a conocerle personalmente. Creo que fue un gran ejemplo de pasión por el oficio del periodismo.
Sabiendo lo que sabe hoy, ¿qué le diría a su yo de hace unos años, más joven e inexperto, que decidió convertirse en periodista?
Más paciencia. Más formación. Más rebeldía. Más respeto por los maestros.
¿Están muertos los periódicos de papel o quizá sólo un poco comatosos?
Ya no debería haber periodistas de papel. Lo importante es el relato, la postura ética, la utilidad a los ciudadanos, el control de los poderes. En realidad el soporte es utilitario, no el fin.
La mayoría de la gente piensa que se acabarán extinguiendo, como los dinosaurios. ¿Qué cree que pasaría si algún día dejaran de existir?
No pasaría nada.
¿Cree que es una buena idea que la versión online de los periódicos establezcan el famoso paywall o pago por contenidos? ¿Es esta su única alternativa?
Es una de las posibilidades, pero no la única. Dependerá del medio, de su mercado, de su estrategia. En todo caso es muy difícil que con esa única decisión se salve nada.
He leído en varias entrevistas algo que siempre es común cuando le preguntan por su “laboratorio periodístico”, Soitu.es, y es que se refiere a él como “el éxito del fracaso”. ¿Qué lecciones aprendió de aquella experiencia?
Muchas. Sobre cómo seleccionar a los periodistas, organizar una redacción, platear un modelo de producto y un modelo de negocio… Y sobre cómo explotar la tecnología.
No ha habido una época anterior a esta en la que la gente consumiera más información y en la que ésta estuviera más al alcance de todos, lo cual podría sonar estupendo, pero ¿estamos saturados?
Depende de cada uno, del uso que haga de los medios, de las redes. El individuo tiene más acceso y también más poder de filtrado que nunca.
Algunos creen que es Internet el culpable de esta saturación y también de la “crisis” del Periodismo. Sin embargo, hay medios que han convertido Internet en su aliado, en su forma de ejercer la profesión, de interactuar con la audiencia y hacer comunidad, etc. ¿Vivimos una época oscura y a la vez, una época dorada?
Creo que estamos ante una gran oportunidad. Pero los medios más tradicionales intentan sobrevivir aferrándose a las “verdades” del pasado y eso se está convirtiendo en una agonía casi patética.
Hablando de interactuar, ¿es importante para los medios de hoy tener en cuenta la opinión de la audiencia? ¿Es clave establecer un feedback?
No pueden elegir, lo tienen que hacer. Y es importante que lo hagan bien.
Hace poco una famosa encuesta de profesiones que se hace en Estados Unidos, reveló que el Periodismo es la segunda profesión peor valorada, sólo por encima de los leñadores, ¿cree que periodistas y leñadores tenemos algo en común? ¿A cree que pueden deberse estos resultados?
No sé que podamos tener en común, que ambos derribamos árboles para ganarnos la vida… pero eso era antes, el papel prensa ya no es imprescindible para hacer buen periodismo. Creo que esa es la clave. Si la gente opina eso de los periodistas es que algo estaremos haciendo mal. La culpa la tenemos nosotros, no Internet.
¿Qué sistema de medios quedará cuando toda esta transición y vorágine haya pasado y las cosas, sobre todo a nivel económico, se estabilicen?
Quién lo sabe. Creo que están naciendo nuevos intermediarios que basan su éxito en la utilidad, la tecnología y el talento antes que en la potencia financiera.
¿Qué consejo le daría a esos recién licenciados o estudiantes deciden aferrarse a la vocación de (volviendo a García Márquez) la que es “la mejor profesión del mundo”?
Perseverancia, humildad, tecnología y ambición.