Todavía no estoy muy segura de cual será el siguiente clásico a elegir, aunque creo que me decantaré por algún autor español de mitad del siglo pasado, como Carmen Laforet, Delibes o Cela.
Leí esta historia porque era un lectura obligatoria para la clase de inglés. A pesar de que debíamos leer una adaptación, yo quise leer la versión original. El truco está en que yo lo hice en español, pero ese es otro tema. El caso es que la historia pintaba bastante bien, aunque finalmente no me ha llegado a gustar tanto como pensaba.
Esta novela siembra un precedente dentro de las novelas de misterio y policíacas, puesto que nuestro protagonista, Walter Hartright, emplea técnicas de un verdadero detective. Es cierto que es muy entretenido el ir siguiendo a Walter, junto a Marian Halcombe, en sus investigaciones, pero también lo es que el misterio resulta sumamente predecible. Desde las primeras páginas se puede ir adivinando lo que va a suceder. Entiendo que la novela fue escrita en 1859, y que pudiese ser que los lectores de la época no estuviesen tan familiarizados con el misterio, pero es bastante aburrido leer algo cuando sabes qué va a pasar.
Wilkie Collins.
Además, la narración, aunque muy elaborada y rica en detalles, se hace bastante pesada. Mi edición en concreto tiene una letra muy pequeña y sin apenas márgenes- supongo, por la diferencia de páginas entre ediciones, que eso ya está corregido-, y entre una cosa y otra, había días en los que sencillamente no podía leer más de treinta páginas.Los lugares y los personajes aparecen perfectamente definidos. Prácticamente se puede ver la casa Limmeridge o conocer la reacción de tal personaje, puesto que quedan muy bien caracterizados. Todo es bastante arquetípico, por otra parte. Está el señor de clase media que se enamora, la señorita que se casa con el barón y el barón arruinado.
Si hay algo que me ha gustado especialmente es la alternancia en la narración de los personajes. Está bien conocer varios puntos de vista, y en esta obra todos cuentan su versión de los hechos. Marian Halcombe usa su diario personal para contarnos su historia, una de las partes que mas me han gustado.
Collins introduce datos de la legislación de la época que me han gustado bastante, sobretodo en lo referente a los contratos matrimoniales y al testamento.
En fin, esta vez no he acertado con el clásico a elegir, puesto que este no me ha gustado tanto como los otros que he leído. Espero poder leer más adelante otra obra del autor, como por ejemplo La piedra lunar.
¿Y vosotr@s? ¿Habéis leído el libro? ¿Pensáis hacerlo? ¡Nos leemos!
Poy