Si eres aventurero, te gustara viajar de esta manera

Publicado el 20 agosto 2014 por Noticias 24 @Notic24

Vasco de Gama, Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano son algunos de los marineros más famosos de la historia en viajar así



El grupo 'Primeros Marinos', capitaneado por el aventurero e historiador británico Bob Hobman, de 73 años, ha intentado imitar los viajes de los navegantes del Pleistoceno tal y como podrían haber sido hace centenares de miles de años.
Su última aventura ha tenido lugar en Creta. A principios de julio navegó junto a nueve compañeros los alrededor de 103 kilómetros de mar existentes entre las islas de Citera y Creta, en el mar Egeo griego.
La distancia no sería espectacular de no ser porque fue cubierta sobre una balsa de 11 metros de longitud por 2,8 metros de anchura, construida desde cero con lo arrojado por la naturaleza y con utensilios parecidos a los prehistóricos. Fue tripulada por un timonel al mando del remo largo y ocho remeros, más uno descansando.
Tres naves de apoyo velaron por la seguridad de los marineros en un trayecto total de 47 horas: "Demostramos cómo el hombre antiguo era perfectamente capaz de construir una nave y utilizarla para cruzar de forma segura una distancia considerable entre masas de tierra, utilizando para su construcción tan solo herramientas de piedra y elementos naturales", asegura Hobman, director del proyecto.

No fue un viaje exento de dificultades, a pesar de que los vientos favorables acompañaron durante todo el trayecto y la vela -o lo que se consideró una vela- permaneció izada desde la salida. El paso entre Citera y la cercana isla de Anticitera es montañoso: "Eso afecta al movimiento en superficie del mar con remolinos y olas. Se trata de la zona que divide el mediterráneo este del oeste", explica el británico.
La otra dificultad radicó en la tripulación: "Debieron llevar a cabo sus exigentes tareas tan eficientemente como lo hacían los antiguos, que eran más robustos en estatura, físicamente más fuertes y con mayor resistencia. Si el viento no nos hubiera ayudado hubiésemos tardado mucho más, pero la joven tripulación luchó contra la desigualdad física y superamos las expectativas", se congratula el explorador.
"Fue una revelación para mí. Me hizo darme cuenta de cómo la determinación y la perseverancia de nuestros ancestros nos han traído a donde estamos ahora. Tuvieron un coraje increíble para decidir un día lanzarse a la mar sin saber si iban a tener éxito", comenta Rose Ridgeway, tripulante de la balsa prehistórica griega.
El viaje fue organizado tras el asombroso descubrimiento en Creta de herramientas prehistóricas de más de 130.000 años de antigüedad, elaboradas cuando los primeros hombres modernos compartían la tierra con antepasados como el hombre de Neandertal.
Algunos expertos incluso han llegado a arrojar la posibilidad de que los martillos y otros utensilios encontrados tengan hasta 700.000 años de antigüedad, al ser muy parecidos a los de la industria lítica achelense del paleolítico inferior.
El descubrimiento tuvo lugar en 2010 y supondría, en cualquier caso, una prueba de la existencia de viajes marítimos en el Mediterráneo del paleolítico inferior y una llamada a replantearse las capacidades marítimas de las culturas prehumanas. Creta es una isla desde hace cinco millones de años y cualquier hombre llegado al lugar debió haberlo hecho por mar. La ínsula intermedia de Anticitera distaba entre 14 y 15 kilómetros de Creta hace 125.000 años, haciendo posible el viaje.
Anteriores descubrimientos en Chipre y otras islas de Grecia arrojaban presencia humana en los archipiélagos del mediterráneo oriental hace 10.000 o 12.000 años. De ahí la importancia del descubrimiento: "No soy el único que cree que los antiguos sobrepasaban de alguna forma nuestra apreciación actual de sus logros tecnológicos. También su capacidad de comunicación. Al fin y al cabo, compartimos un cerebro del mismo tamaño que el de los humanos del paleolítico. Hubiera sido imposible construir con éxito un barco para cruzar el mar sin la habilidad de comunicarse", dice Hobman.
Intentar imitar a esos hombres antiguos se hizo irresistible para el historiador. La barca que transportó a su equipo a Grecia estaba formada por 5.000 juncos, cuatro troncos de ciprés, cuero de cabra y cuerda: "No hay pruebas de cómo podría haber sido un barco del paleolítico inferior. Todo lo que sabemos es las herramientas que fueron usadas, las descubiertas en Creta, y los materiales existentes en la zona. Esos dos elementos conjugados con nuestra imaginación han producido el resultado final", explica Yanis Kallytheros, uno de los marineros griegos.
"Hemos disfrutado de muchos consejos y la guía de arqueólogos del paleolítico. La simplicidad era la clave. No debíamos construir algo complicado o con mucha ingeniería", desvela el aventurero heleno.
El viaje por el Egeo no ha sido la primera aventura marina prehistórica para algunos de los integrantes de la tripulación. Hobman ha imitado también el posible viaje del Homo Erectus en las islas del este de Indonesia, realizado hace unos 800.000 años, según algunos expertos, y ha construido y navegado una canoa de 20 metros a través de unos 5.000 kilómetros entre Bali y Madagascar: "El hombre siempre ha tenido éxito en abordar los obstáculos de la naturaleza. Mi opinión personal es que fue capaz de cruzar las barreras de agua hace, al menos, un millón de años, quizá antes", reflexiona el historiador, que ya tiene nuevas aventuras en mente.