Anticipar algo estresante afecta a la memoria de trabajo y reduce la productividad cognitiva aunque luego los hechos que provocaron el estrés no lleguen a ocurrir.
El estrés es uno de los grandes enemigos del siglo XXI para la salud del ajetreado ser humano y, según este nuevo estudio, sus efectos podrían llegar incluso antes de que todo ocurra.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad del Estado de Pennsilvania señala que empezar la mañana pensando en lo estresante que va a ser el día puede afectar gravemente a la forma de pensar durante el mismo. Los participantes del experimento, según los investigadores, veían afectado el rendimiento de su memoria de trabajo cuando se levantaban pensando en las situaciones estresantes que podrían tener a lo largo del día. La memoria de trabajo es la responsable de aprender, memorizar y retener información aun cuando no se está prestando atención.
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Jinshil Hyun, estudiante de doctorado partícipe del estudio, afirma que los efectos del estrés comienzan antes de que los propios sucesos ocurran y los provoquen. ‘Los seres humanos pueden pensar y anticipar cosas antes de que ocurran, lo que les ayuda a prepararse pero también puede resultar dañino para el funcionamiento diario de la memoria’. La memoria de trabajo puede afectar a muchos aspectos de la vida diaria y un funcionamiento menor tendrá efectos negativos en la vida cotidiana de las personas, sobre todo en la de los adultos de mayor edad que ya presentan deficiencias cognitivas.
El mundo en contra
Según el estudio, ‘una memoria de trabajo reducida aumenta la probabilidad de cometer errores en el trabajo o tener dificultades para concentrarse’ y esto, en situaciones concretas, puede tener consecuencias graves. La gran novedad de esta investigación es que, al contrario que con los estudios previos, se centra en analizar los efectos emocionales, cognitivos y psicológicosde anticipar eventos estresantes que aún no han ocurrido en un contexto cotidiano.
Para la recopilación de datos, el equipo reunió a 240 personas de distintas etnias y niveles económicos. Durante dos semanas, debían responder a siete preguntas al día a través de una aplicación de smartphone. Las preguntas se centraban en saber las expectativas de estrés a lo largo del día, en conocer el estrés real y en anticipar el estrés que habría al día siguiente. También completaban unos ejercicios de memoria cinco veces al día. La principal ventaja de este tipo de estudio es que las mediciones se hicieron según las circunstancias de la vida real y no en entornos aislados.
Los resultados obtenidos en el estudio recalcan la importancia de la mentalidad y la actitud a la hora de afrontar el día a día y se espera que abra la puerta a futuras intervenciones que ayuden a la gente a predecir cuándo su sistema cognitivo se encuentra en condiciones óptimas. El equipo pretende realizar estudios complementarios para obtener aún más datos sobre los efectos profundos del estrés en el estado fisiológico de las personas.
El controlar los pensamientos negativos y las expectativas de estrés pueden ayudar a mejorar el rendimiento de la memoria de trabajo.
Fuente Muy Interesante