Manchester United 2-0 Swansea City
En un partido donde se esperaba mucho mas del Manchester United, los de Sir Alex Ferguson cumplieron el expediente con una victoria sin mucho brillo por 2-0 frente al Swansea.
Después de la victoria de los vecinos del City en Newcastle, todos esperaban un Manchester United que intentara enjuagar la diferencia de goles en el average, y que parecía que salía así en su duelo frente a los galeses, pero esa sensación duro poco más de cinco minutos.
La primera mitad del encuentro fue dominada por los de Manchester que se pusieron por delante con el 2-0 con el que termino el encuentro con goles de Paul Scholes y Ashley Young. La celebración del gol de Acholes fue el claro reflejo de que los Red Devils confían poco en la consecución del titulo, ya que ni el goleador celebró el gol ni sus compañeros fueron a buscar el balón rápidamente para intentar conseguir el mayor numero de goles para reducir el average. En el segundo gol, esto cambio, ya que tras marcar Young, si que fueron a la carrera a buscar la pelota de dentro de la red y siguieron llegando con claridad a la puerta del Swansea hasta el final de la primera mitad, con una ocasión clarísima de Chicharito Hernández que cabeceó por encima del larguero a escasos 3 metros de la línea de gol.
La segunda mitad que se esperaba que fuera un acoso y derribo por parte del United, fue todo lo contrario, con un United que no daba ese paso al frente necesario para meter los mayores goles posibles y un Swansea que se sacudía la presión y dominaba el encuentro. El balón era de los galeses y los de Ferguson se acercaban esporádicamente pero con peligro. En este tramo del partido, David de Gea salvó los muebles en un par de ocasiones de los de Rodgers y el partido languidecía hacia el final.
La nota entrañable del encuentro fue el cambio de Rooney por Berbatov que, probablemente, disputó sus últimos minutos en Old Trafford ya que se da por hecha su marcha a final de temporada.
Con este resultado, el Manchester United sigue teniendo posibilidades de ganar la Premier League consiguiendo la victoria frente a un Sunderland que no se jugará nada, pero esperando un tropiezo del Manchester City el próximo domingo en el Etihad Stadium frente al QPR, que se juega su permanencia en la máxima categoría.
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