Entrevista a Josep Santacreu, consejero delegado de DKV España
DKV es la marca de Munich Re para seguros de salud directos. Para la filial española, la cuarta empresa del sector, esta actividad representa el 80% de su negocio ya que también dispone de actividad en el ramo de Vida y en seguros personales alrededor de salud y la familia.
Además, desde 2009 ha entrado en el negocio concesional de gestión hospitalaria. En concreto, en la Comunidad Valenciana donde ha invertido 65 millones de euros en el proyecto Marina Salud en Denia.
¿Cómo está resultando este ejercicio? La facturación de DKV va a crecer en 2010 y nos situaremos en los 590 millones (539 millones en 2009). En el negocio tradicional, que se ha comportado de manera estable, el objetivo es mantener la cartera. El incremento proviene, tanto por el efecto de Marina Salud, como por la actividad propia donde hemos tenido la entrada de 80.000 nuevos clientes mutualistas de Muface debido a que dos compañías a finales de 2009, decidieron no renovar el contrato con la Administración (Caja Salud-Mapfre y Caser) que nos hemos repartido entre los que quedamos. La aportación al margen de esta actividad es muy pequeña ya que la financiación es abiertamente insuficiente para lo que ofrecemos.
En relación con los resultados, van a mejorar algo respecto de los del año anterior.
¿DKV se ha planteado dejar de atender el servicio de Muface? Lo hemos estudiado al revisar el contrato bienal y hemos tomado la decisión de seguir porque creemos en el modelo pero estamos muy al límite.
DKV en 1998 era una quinta parte del tamaño actual ¿Aspiran a seguir creciendo? Nuestro grupo apuesta por el país y el reto es llegar a ser los terceros pero sin adquisiciones es muy difícil dar un salto cuantitativo importante al ser un mercado muy estable. Si hay operaciones a buen precio nuestro grupo estará activo. De momento, la bajada de expectativas de la economía española no se ha acompañado de una bajada de precio de las transacciones corporativas al menos en nuestro sector.
¿Cómo evoluciona el proyecto de Marina Salud? Este año y medio es positivo en términos de actividad y de satisfacción de ciudadanos y empleados, pero nos falta consolidarlo desde un punto de vista económico. Estamos teniendo un cierto desajuste en los ingresos. El problema fundamental se centra en la actualización de precios, aunque debería ser automático. El desfase en los últimos años entre los presupuestos y su ejecución se ha distanciado. Hay que revisar los mecanismos que tradicionalmente han funcionado pero ahora no. Por ejemplo, la indexación de la cápita. Llegaremos al punto de equilibrio un año después de lo previsto.
¿Cree en el modelo de asistencia sanitaria concesional? El modelo es adecuado para el país porque es una asistencia de menor coste para el ciudadano y para las arcas públicas. La media de ahorro fue medida y se estimó en torno al 24%. Para nosotros tiene interés desde el punto de vista de la responsabilidad de atender a una población en una zona. Es un modelo de colaboración público/privada interesante que es positivo para el ciudadano porque dispone de un buen servicio y unos equipamientos nuevos que de otra manera no podría tener. Gestión privada con garantía de calidad pública.
La Comunidad de Madrid también está apostando por el sistema concesional. Una colaboración público-privada para mejorar el sistema y su sostenibilidad se puede plantear de muchas maneras. Respecto del modelo de Madrid que es algo diferente al valenciano, lo que menos nos gusta es que no incluya la gestión de la atención primaria. Vemos difícil a largo plazo desligar la atención primaria de la gestión hospitalaria. Además, aún estamos con nuestro primer proyecto y cogiendo experiencia.