Los padres de mi generación estamos bastante influenciados por la escuela de los años 80 y 90. Esa escuela daba muchísima importancia a las notas de los exámenes y como es lógico, la mayoría de nosotros también, ya que estudiamos en esas escuelas.
Es cierto que cada vez surgen nuevos tipos de colegios en los que los exámenes no son tan importantes y en los que prima la evaluación continua del alumno con el día a día, pero la mayoría de los colegios hoy en día siguen funcionando como antaño: aprendizaje memorístico, deberes y exámenes de evaluación.
Si para ti las notas de tus hijos son importantes hay algo que puedes hacer para que mejoren sin agobiarlos a estudiar como locos: seguir el método Kumon.
Kumon lleva más de 50 años preparando a sus alumnos y dotándoles de herramientas para que sean más autónomos en su aprendizaje.
Tiene dos programas principales: el de matemáticas y el de lectura.
Su metodología hace que los niños aprendan cuáles son sus fortalezas, se interesen por aprender más y además asimilen los conceptos entendiéndolos desde la raíz (no de memoria como un papagayo). Por otra parte, se fomenta el aprendizaje autodidacta y la auto corrección de los problemas, lo que da mucha autonomía al alumno.
Lógicamente, las notas de los niños suben y por fin se olvidan el agobio del suspenso, así que todos ganan.
Cada vez más familias acuden a los centros Kumon para ayudar a sus hijos a mejorar sus competencias académicas y para fomentar sus habilidades en el aprendizaje autodidacta.
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