Cuando vi la foto por primera vez me alegré, pensé: dos grandes se juntaron y seguro que las estrellas se alinearon. Pero no fue así, a pesar de que muchos quisieran escuchar alguna vez Imagine con algún acorde del Che o verlos a los dos tomando fotos juntos.
Me tomé el trabajo de indagar sobre esta historia que los pone juntos en una vieja cabina de grabación de radio en Estados Unidos el 11 de agosto de 1966. En la imagen fantasmal ambos tienen el cabello largo, los mismos sueños, el mismo carisma, las mismas ganas de cambiar el mundo, mejorarlo, volverlo justo, libre.
Un encuentro como este hubiera tenido cambios drásticos en la carrera del músico. Hay gente que afirma escuchar fragmentos de los cantos, gritos, de Ernesto en Revolution #9 del excepcional álbum blanco de los Beatles. Pero son solo ideas.
Lo cierto que esto nunca sucedió.
Un año y casi dos meses después de este supuesto encuentro, el Che, luego de ser herido en la pierna y capturado por los militares bolivianos, es asesinado en la escuelita de la Higuera, de Bolivia, y su cuerpo es expuesto a los flashes del amarillismo. Una parte del mundo lo lamenta, sufre, llora. Dicen que Julio Cortázar, en Argel, rodeado de burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, se encierra una y otra vez en el baño para llorar.
Pasa el tiempo y la vida de John continúa, ya sin los Beatles, ya con Yoko a su lado, siempre. Aún hay gente que lamenta la muerte del hombre que quiso cambiar la historia de Latinoamérica con su lucha. John compone, canta, se manifiesta, hace el amor, no la guerra, cumple 40 años y sigue siendo la voz artística más llamativa del orbe. Llega el 8 de diciembre de 1980. Se encuentra en New York. Acaba de regresar de Dakota. Va a su departamento. Son cerca de las 10:50. Mark David Chapman, lo aguarda, ve y dispara cinco veces. John muere un rato después, en la ambulancia, de camino al hospital. El mundo sufre otra gran perdida y de nuevo se lamenta, llora y, como quizá nunca en la historia, guarda un minuto de silencio global.
Aunque sea imaginario el encuentro entre John y Ernesto, la verdad es que ambos, desde sus propias labores artísticas, políticas, guerrilleras, revolucionarias, dedicaron sus vidas a un mundo que todavía los recuerda, quiere y necesita.
Esta foto y parte de la historia se publicó originalmente el 9 de octubre de 2011, en el periódico digital E’a (www.ea.com.py) y a partir de ahí las historias se hicieron turbias de tanto repetirse y disfrazarse.
Realidad de la foto:
Aquel 11 de agosto, día del supuesto encuentro, John Lennon estaba en y Ernesto Guevara en Cuba.
Se ha divulgado la foto donde se los ve juntos, sin embargo, Lennon aparece en la foto con el pelo bastante más largo de lo que lo tenía en 1966, y con los típicos anteojos que comenzó a usar en los años 70. En la fotografía original, John aparece tocando la guitarra, y en lugar del Che, quien está es Tex Gabriel, el guitarrista de “Elephant Memory”, la banda que apoyó a John en su etapa solista.
El fondo de la foto, aunque está desenfocado, no concuerda con una pequeña cabina de radio, más bien se parece al mítico estudio Record Plant de Nueva York, donde en 1971 grabó una serie de tomas para el álbum Imagine, y en 1972 grabó Some Time in New York City, el disco peor criticado de la trilogía que se inicia con el majestuoso John Lennon/Plastic Ono Band.
Finalmente, para derribar completamente el mito de la reunión, se encontró la imagen utilizada para hacer el fotomontaje. Las dudas se convirtieron en certezas: la fotografía efectivamente fue tomada en el estudio neoyorquino, en 1972, durante las sesiones de Some Time…
Este encuentro que hubiesen unido a dos grandes del siglo pasado, hubiese colmado los espíritus de guevaristas y beatlemaníacos. Pero la realidad es que solo la utopía los unió e una foto y una idea, más allá de Imagine y de las luchas por la libertad.