No voy a entrar a juzgar demasiado las razones por las que Pedro Sánchez ha expulsado a Tomás Gómez del PSM. Pero es bien cierto que es sorprendente, además de indignante, que una obra pública como es el tranvía de Parla cueste la barbaridad que costó, además de la idoneidad o no de la misma, que para mi es completamente innecesario, el tranvía me parece uno de los transportes urbanos más innecesarios que puedan existir. Esta última es una opinión y para gustos están los colores, por supuesto.
De lo que si voy a hablar, por supuesto, es de las reacciones posteriores al descalabro de Tomás Gómez, de la reacción del protagonista y de sus colegas del PSM. Tengo que decir, para empezar, y esto es algo que quien me haya leído a menudo sabe de sobra que a mi todas estas broncas en los partidos de la izquierda me encantan, las disfruto como el que más y lo único que me falta es sentarme en mi sillón con unas buenas palomitas a ver como estos se zurran, me gusta, que le voy a hacer.
Volvamos a Tomás Gómez, el señor Gómez ha demostrado en este instante de su despido todo lo mal político que es y lo inútil que ha sido desarrollando sus labores al frente del PSM y como candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, malo no, lo siguiente. Llama de por si la atención que un partido como el PSOE, con tanta corrupción a sus espaldas, reaccione en el caso del señor Gómez como ha reaccionado, esto deja algo en evidencia, el asunto del tranvía de Parla no es que huela a corrupción, es que debe apestar como para que desde el mismo PSOE se eche a uno de los imputados en el asunto. En otros asuntos similares el PSOE no había hecho nada, todo lo contrario, había apoyado sin fisuras al implicado con un aquí no ha pasado nada.
Después la actitud del señor Gómez no queriéndose ir, pero querido Tomás, ¿es que no tienes ni un mínimo de dignidad? Tu jefe y muchos de tus compañeros te están echando, no te quieren, y tú, lejos de irte de la manera más digna posible todavía te enrocas en tu puesto y dices que no te vas. Yo creo que se puede perder todo en esta vida menos la dignidad y me da la sensación que tú Tomás Gómez ni la tienes, ni la has tenido nunca.
Ya se que da miedo enfrentarse al mundo real, al mundo del buscarse la vida, pero así estamos todos Tomás, ahora te toca a ti. ¿Tienes actualizado el curriculum? No se si te interesa demasiado que figure en él lo de la alcaldía de Parla y lo del tranvía, si quieres un consejo yo de tí lo quitaría.