Walt Disney, Thomas Edision, Michael Jordan, Abraham Lincoln... son casos de personajes que fueron objeto de mofa antes de alcanzar sus cimas. La vida es una suma de aciertos y errores en lo que lo único seguro es que como apunta el siguiente vídeo a continuación: "Si nunca has fracasado, nunca has vivido"; o como el artista Miguel Ángel apuntaló: "El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntamos demasiado alto y fallamos, sino que apuntamos demasiado bajo y acertamos".
En España se penaliza excesivamente el error. Es el miedo al rídiculo, a la risa irónica de los demás, por eso mucha gente no se atreve. Es una de las causas (entre otras) de que en España no se hable bien inglés: "Si no hablas perfecto, mantén la boca cerrada". ¿Así se puede aprender un idioma? Eso lastra enormemente el aprendizaje.
Nos invitan a dar una conferencia y en el estrado a todos se nos llena la boca de: "Hay que fomentar el error" o "promover una cultura de no miedo a equivocarse"; o repetimos como papagayos lo de: "En América el error está bien visto; si no has fracasado no te contratan en ningún sitio porque es síntoma de que te has atrevido y has vivido".
Luego, al bajar del escenario (¡qué fácil dar discursitos!), sin el glamour de los focos y el confeti, ridiculizamos al que se equivoca; además lo hacemos con gusto, como recreándonos en el "no eres tan bueno como yo"; una cierta humillación para saldar cuentas con nuestras carencias. Casi siempre el rídiculo (como la violencia, física, gestual o de palabra) es el recurso del inseguro, el que necesita reafirmarse quedando por encima del resto.
Lo de siempre: Menos predicar y más dar trigo... Aquí va el vídeo (gracias @cruzcoaching) y os recomiendo el poema de Álex Rovira: Vivir es arriesgarse a morir que ya dejamos aquí.