Vallisoletanos de nacimiento, aunque con esos pelos, esas barbas y ese aire sureño cualquiera diría que son de Tucson. Cierra los ojos, relájate y escucha esto. No me digas que no te falta la brizna de hierba entre los dientes, la mecedora y las botas polvorientas con espuelas de plata para creer que estás tumbado en un porche de madera carcomida viendo consumirse el tiempo mientras una bola de rastrojos secos atraviesa cansada el desierto que nos consume...
Tienen dos discos: Songs to sing along (autoeditado) y el increíble Second to none (2009) que llevo meses disfrutando y es el que os presento. No es que sean lo mejor que he escuchado este año, es que son lo mejor que he escuchado en muuuucho tiempo. Es extraordinario cómo un percusionista fuera de lo normal y dos guitarristas correctos pueden sonar tan bien, tan corales, como si hubiera cien tipos tocando. ¡Brutal!
El mérito está en arriesgarse a hacer este tipo de música por estos lares. Mezcla de todo, bluegrass, jazz, folk... fantásticos. Necesito verlos en directo para comprobar que son tan buenos como parecen, pinta tienen, desde luego. Se están hinchando a dar conciertos y más que van a dar este verano. Si pasan cerca de tu puerta asómate a verlos porque, tal y como está la cosa, quizá sea la única oportunidad que tengas de transportarte al lejano oeste. Por mi puerta pasarán pronto y espero estar allí, aunque si no lo estoy será por una causa justificada, seguramente de piernas sedosas, cabello interminable y unos ojos que queman como el desierto cuando te miran (no podía ser de otra manera...) chi lo sa?
Os dejo uno de los temas que más me gusta de este disco que no os podéis perder si os perdéis lo lamentaréis el resto de vuestros días.(Luis Adarve, cuentosdetrankimazin.blogspot.com)